Marta García, experta en medicina estética, sobre los retoques de Pastora Vega: “Probablemente en el tercio superior del rostro use regularmente toxina botulínica”

Pastora Vega es una de las actrices más icónicas del cine español, que ha logrado con maestría conservar su esencia y belleza elegante pasados los 60 años. No solo su imagen desafía al paso del tiempo, sino que demuestra que la edad es solo un número. Aunque esto no es fruto solamente de una genética agradecida, sino que ha tenido un poco de ayuda gracias a los retoques estéticos.

En un entorno en el que las transformaciones drásticas están a la orden del día y los rostros se homogeneizan a fuerza de intervenciones agresivas, ella ha optado por una vertiente mucho más sutil y refinada. su belleza madura evidencia una planificación estética inteligente, orientada a realzar lo mejor de su estructura facial con tratamientos que mejoran la calidad de la piel, redefinen volúmenes perdidos y atenúan las marcas del tiempo, siempre desde la coherencia y la mesura.

“Pastora Vega tiene 65 años y tiene un envejecimiento modulado, armónico y muy bien sostenido, con resultados propios de una estrategia de mantenimiento estético progresivo y no invasivo. No hay cambios bruscos ni signos de intervención quirúrgica visible, lo que indica un trabajo muy bien planificado, enfocado a conservar estructura, firmeza y calidad cutánea sin transformar los rasgos. Sigue siendo 100% ella y se ve radiante”, afirma Marta García, esteticista y experta en medicina estética.

El uso estratégico de miomoduladores

Uno de los indicios más sutiles pero eficaces de que Pastora ha recurrido a la medicina estética es la apariencia relajada de su frente y entrecejo. “Probablemente en el tercio superior del rostro use regularmente toxina botulínica, pero bien dosificada para suavizar y no para “congelar” ni crear un “efecto frozen”. Con lo que la frente, entrecejo y zona periocular están lisas y sin arrugas marcadas, pero mantiene una expresividad natural”, confirma la experta.

El reto de este tipo de procedimientos, aunque parecen sencillos, reside en preservar la movilidad del rostro (algo que no siempre se consigue). Su mirada no ha perdido profundidad ni vida, lo que indica que las dosis han sido cuidadosamente ajustadas y aplicadas en clínicas que priorizan la naturalidad frente al efecto máscara.

Volumen inteligente: ácido hialurónico en pómulos y labios

Otra de las intervenciones más habituales entre los 50 y los 60, es el uso de ácido hialurónico para rellenar esos volúmenes perdidos. “Su contorno facial sigue firme y bien estructurado, cuando lo lógico por la edad, sería ver pérdida del óvalo facial y caída en la grasa malar/pómulos”, confirma Marta.

“Está zona media del rostro con volumen conservado, sin signos de flacidez ni aspecto “rellenado” es compatible con ácido hialurónico en pómulo malar o una ligera reestructuración dinámica muy bien planificada. En su caso, se mantiene una línea mandibular definida y unos pómulos proyectados, lo que indica que muy probablemente se ha tratado con inductores de colágeno, y haya usado a lo largo de los años hilos tensores; además de sesiones periódicas de HIFU y radiofrecuencia fraccionada, en rostro, cuello y escote”, añade.

Los labios ha sido otra zona que ha llamado la atención a la experta, ya que mantienen una forma equilibrada, sin signos de sobrecorrección. “En labios y zona perioral no se aprecian arrugas verticales ni pérdida de volumen excesiva, con lo que puede haberse hecho un perfilado labial muy sutil, más por hidratación que por volumen, y probablemente tratamientos para prevenir el código de barras (como láser, RF o bioestimulación)”, remata.

Piel luminosa y uniforme

Aunque sin duda, lo que más destaca del rostro de Pastora Vega es la calidad de su piel. A diferencia de muchas pieles maduras que se tornan opacas o con manchas, la suya presenta un tono uniforme, luminoso y sin signos evidentes de deshidratación o pérdida de elasticidad.

“En cuanto a la calidad, textura y luminosidad de piel tiene una textura homogénea sin manchas visibles, una buena densidad dérmica y una luminosidad natural que no es habitual en pieles con fototipos altos como el suyo. Lo que indica que se hace en cabina peelings regenerantes de última generación tipo Peel & Heal, y que se realiza habitualmente mesoterapia con vitaminas o skinboosters. Además de radiofrecuencia y electroestimulacion muscular facial”, declara la experta.

A estos tratamientos más profesionales, seguramente se le suma una rutina de skincare con productos de cosmética avanzada, como ese el caso de activos tan populares como el retinol, los péptidos o antioxidantes, que ayudan a prolongar los resultados obtenidos de las sesiones clínicas.

El caso de Pastora Vega evidencia que es posible envejecer con estilo, autenticidad y elegancia, sin tener que esconder nuestra edad ni buscar parecer más jóvenes a toda costa. Su rostro no niega el paso del tiempo, pero lo suaviza con inteligencia. Sin duda, es una belleza que inspira, resaltando lo mejor de esta etapa de su vida.