Marta García, experta en medicina estética, analiza los retoques de Maribel Verdú : “Mantiene una mirada sin hundimiento con una ligera corrección de ojeras con ácido hialurónico”

Maribel Verdú es un icono indiscutible del cine español, que no solo ha conquistado a generaciones con su talento arrollador, sino también con una belleza atemporal que parece desafiar el paso del tiempo. Con más de 50 años, la actriz sigue siendo una de las más comentadas en cualquier alfombra roja, con una frescura envidiable, pero ¿cuál es su secreto?

Una combinación de genética privilegiada, cuidado constante y, según los expertos, retoques estéticos tan sutiles como acertados. Lejos de esconder quién es y la madurez, la ha abrazado con una filosofía que la han convertido en un icono más allá de la pantalla.

“Maribel Verdú tiene 54 años y mantiene un envejecimiento armónico, natural y muy bien modulado, que respeta sonrisas y miradas y toda su expresividad natural. Es un caso de cómo envejecer con discreción y elegancia, sin perder el sello personal”, explica Marta García, esteticista y experta en medicina estética.

Bótox y redefinición del contorno

El rostro de Maribel ha viso una evolución favorable con el paso de los años, asomando los signos de la edad con gracia, como es natural, aunque nuestra experta comenta posibles intervenciones ligeras que podrían explicar la frescura de su piel y la firmeza de su óvalo facial.

“En el tercio superior del rostro (frente, entrecejo, patas de gallo) liso, sin arrugas, pero con expresividad. Así que es probable que se haya tratado de forma continua con toxina botulínica (bótox) bien dosificada, lo que ayuda a prevenir arrugas sin congelar el gesto”, afirma.

Asimismo, se sospecha del uso de ácido hialurónico en zonas estratégicas del rostro. “En la zona periocular mantiene una mirada abierta, sin hundimiento ni pliegues marcados. Puede que lleve una ligera corrección de ojeras con ácido hialurónico específico y tal vez polinucleótidos en toda la zona. Y ofrece que en algún momento se haya realizado un lifting de cejas sutil con hilos tensores cortos”, añade.

“En la zona media (pómulos, mejillas) mantiene un pómulo estructurado, sin exceso ni pérdida de volumen notable. Con lo que probablemente lleve hialurónico de soporte en puntos anclaje”, remata. Este tipo de retoques, bien planificados y ejecutados por profesionales expertos, consiguen rejuvenecer sin evidenciar el procedimiento, algo que Maribel parece dominar a la perfección.

La piel, su atributo más alabado

Otro de los aspectos que llaman la atención en Maribel Verdú es el estado de su piel: luminosa, hidratada y visiblemente cuidada. “Es evidente que ha mantenido una rutina estética constante priorizando el efecto “buena piel” y firmeza sin artificios. No se le observa transformación, sino mantenimiento progresivo y ejecutado a lo largo del tiempo”, comenta Marta.

Aunque más allá de los tratamientos en cabina, y tal y como confiesa la experta, “se nota que tiene una rutina cosmética muy bien adaptada y constante”. Destacan activos como el retinol y la vitamina C, así como un uso continuo de protección solar.

“Su piel se ve fina, sin manchas visibles ni rugosidad y con un brillo muy saludable y natural. Y esto no llega de la noche a la mañana, denota años de mantenimiento estético constante con peelings, mesoterapia con vitaminas, aminoácidos o silicio, algunas sesiones anuales de IPL o láser antiedad, médicos y tal vez biorevitalización con ácido hialurónico no reticulado (para no dar volumen)”, continua.

Una boca envidiable

Otro de los aspectos que no ha pasado desapercibido ha sido su boca. A sus más de cincuenta años, la actriz conserva un contorno definido, un volumen equilibrado y una textura jugosa envidiable. “En la zona peribucal y labios no se observan arrugas marcadas ni pérdida de volumen en labios, y se ven discretos pero definidos. Con lo que puede hacer uso puntual de ácido hialurónico de perfilado y tratamientos en código de barras y mucosa labial como RF multipolar, ondas de choque o endermología en la zona para activar el fibroblasto de forma natural”, aclara Marta.

Pero, aunque este es uno de los procedimientos más habituales dentro de la medicina estética actual, no es el único que se ha realizado en esta zona del rostro. “Una corrección que lleva seguro es la de la sonrisa gingival, antes al sonreír dejaba al descubierto más parte de sus encías, y se le veía una sonrisa gingival marcada y un labio superior acortado, y en cambio ahora la sonrisa deja ver menos encía; y está tan bien hecho que es difícil saber si se la han corregido con toxina, hialurónico o con cirugía”, añade.

Su imagen rejuvenecida ha sido fruto de decisiones bien tomadas, con cabeza y unas buenas manos expertas. En definitiva, su rostro nos recuerda que el mejor tratamiento estético es aquel que nadie nota, pero que todos admiran. Y Maribel Verdú, con su elegancia innata, nos lo confirma cada vez que la vemos.