No es lo habitual, pero puede pasar. Las infiltraciones o retoques estéticos no invasivos no siempre tienen un resultado que se ajusta a la idea del paciente. A veces un aumento de labios puede resultar exagerado o no quedar natural. En otras ocasiones, el ácido hialurónico puede no verse exactamente igual en un lado que en el otro. O incluso puede llegar a cambiar la expresión de la cara, con resultados que el paciente no deseaba. También es posible encontrarnos con alguna zona que tiene exceso de producto y que provoca pequeños nodulitos, que no se suelen ver, pero sí se pueden notar.

¡Calma! En estos casos el reto es borrar el error y replantear los efectos para lograr más armonía y naturalidad. Y, por suerte, hoy en día contamos con una solución eficaz. ¿Su nombre?  Hialuronidasa. Las doctoras Mar Mira y Sofía Ruíz del Cueto, doctoras especializadas en medicina médico-estética y directoras de la Clínica Mira+Cueto, nos explican en qué consiste exactamente.

Hialuronidasa: la solución al exceso de ácido hialurónico en los labios (o mal puesto)
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Un salvavidas al exceso de ácido hialurónico (o mal puesto)

Labios exagerados, pómulos que desafían cualquier ley de la proporción o las archiconocidas ‘caras de ardilla’ son solo algunos de los síntomas que existen tras haber realizado infiltraciones desmedidas de ácido hialurónico. Para revertirlo, el mejor salvavidas es la esta e, una enzima natural que rompe la molécula del ácido hialurónico. Concretamente la degrada, conllevando su reabsorción y desaparición. Eso sí, hay que tener en cuenta que esta ruptura puede ser más o menos resistente en función del ácido hialurónico inyectado y, por ello, en caso de que éste sea de alta conjugación suele requerirse de más de una inyección.

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¿Cómo se aplica la hialuronidasa? Mediante un mapeo facial y con diferentes variables de diluciones y cantidades por las ‘zonas conflictivas’, para recuperar así la naturalidad del rostro o los labios. Después del tratamiento, el ácido hialurónico suele deshacerse entre 1 y 3 días, que es cuando se estabiliza y el efecto es definitivo. Tras esto se realiza un plan de tratamiento (que puede incluir drenaje facial) y se establecen las pautas de los protocolos posteriores. Pero por lo general los pacientes empiezan a verse realmente rejuvenecidos, sin perder su esencia y transmitiendo esas emociones positivas propias de un verdadero rejuvenecimiento.

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Las zonas más conflictivas para inyectar ácido hialurónico

La zona de la ojera posee características específicas que hay que tener en cuenta a la hora de tratarla. Y por ello gran parte de los malos resultados con ácido hialurónico son en esta zona. En segundo lugar se encuentran los pómulos, arco mandibular y labios con mucho volumen, falta de armonía y proporción, lo que da a la cara un aspecto 'parcheado' y muy poco natural.

Y sobre todo, recuerda: es fundamental contar con profesionales que sepan utilizar la hialuronidasa, pues debe aplicarse en una dosis muy pequeña, y en los tiempos establecidos desde la realización del tratamiento que queremos revertir. De ahí, la importancia del buen manejo del experto. El único efecto secundario que puede darse tras aplicar esta enzima es la inflamación posterior, la molestia local al inyectarla y algún posible hematoma.