SEMANA se cuela en la Escuela Naval de Marín, escenario de la nueva serie de Mediaset: 'Marusía. Vientos de honor'

En SEMANA nos hemos colado en uno de los lugares más emblemáticos y a la vez desconocidos de nuestro país: la Escuela Naval Militar de Marín, el centro donde se forman los futuros oficiales de la Armada Española y donde, este año, ha recalado nada menos que la princesa Leonor. Pero, además, esta histórica institución se ha convertido en plató de televisión para la nueva y ambiciosa serie de Telecinco, Marusía. Vientos de Honor (Unicorn) ¿Qué tiene este lugar que ha conquistado tanto a la realeza como a los actores?

Al llegar, nos reciben el Capitán de Corbeta Eduardo Delgado y el Capitán de Corbeta Francisco Gil, que nos acompañan por cada rincón de esta monumental escuela a orillas del Atlántico. Ambos han vivido de cerca el rodaje de ‘Marusía. Vientos de Honor’, una ficción militar que ha apostado por el realismo absoluto, y eso pasa por rodar en el auténtico corazón de la Armada. “Cuando llegaron los actores, todo eran caras de extraterrestres (nos cuenta Eduardo entre risas). Pero nos sorprendieron. Se sumergieron por completo. Les tratamos como si fueran alumnos de verdad y respondieron increíblemente bien”. La inmersión fue total: durante 15 días, el reparto convivió con alumnos reales, aprendiendo no solo técnicas, sino también valores. Y eso se notó hasta en los pequeños gestos. “Los figurantes se desplazaban en formación por la escuela, ¡y no porque se lo pidiéramos!”, añade Francisco. “Lo hacían porque lo habían interiorizado. Algunos de nuestros propios alumnos confundieron a actores con capitanes reales. Fue mágico”.

Una serie que refleja la vida real

'Marusía. Vientos de honor' , no es una serie más. Quiere ser lo más parecida posible a la realidad y lo está consiguiendo. Durante nuestra visita, pudimos ver desde simuladores astronómicos hasta clases con profesores civiles de la Universidad de Vigo. Todo lo que se ve en la serie, ocurre de verdad. La serie también rompe barreras: por primera vez, veremos a una mujer como Comandante Directora de la Escuela Naval, algo que en la vida real aún no ha ocurrido… pero podría. “Es perfectamente posible”, afirman convencidos. “Ya hay mujeres con ese rango. Aquí no hay diferencias. De hecho, la número uno de quinto es una chica, y la brigadier más importante del año pasado también lo era”. Hoy, las mujeres representan en torno al 10-15% de cada promoción. “Se apuntan las que quieren. Y hacen lo mismo que los chicos. Aquí no hay trato distinto”.

Una vida de esfuerzo y vocación

No todo es televisión ni títulos reales. La vida en la Escuela Naval es dura. Los alumnos estudian tras navegar durante horas, a veces durmiendo apenas dos. Se forman en ingeniería industrial, pero también en navegación, simulaciones y guardias reales. Todo comienza el 15 de agosto, cuando la nueva brigada entra en la Escuela. Tras una prueba de inmersión de 14 días, empieza el verdadero camino. Pero todos coinciden: la recompensa lo merece. Especialmente el 16 de julio, cuando la Princesa, junto a sus compañeros, volverá tras navegar seis meses a bordo del buque-escuela Juan Sebastián Elcano. Un momento emotivo, que suele reunir a miles de personas (el año pasado acudieron 3.700— y que podría contar, una vez más, con la presencia de los Reyes).

Así es ‘Marusía. Vientos de Honor’

El nuevo curso comienza en la Escuela Naval Militar de Marín marcado por la muerte de una alumna en el curso anterior. Oficialmente, se trata de un suicidio; extraoficialmente, muchas preguntas han quedado sin respuesta. Teresa Ibarra (Lucía Jiménez), la recién nombrada comandante directora de la Escuela, no solo se enfrenta a las consecuencias del suceso, sino que, además, debe investigar sus causas. Para ello, se ve obligada a colaborar con el teniente coronel Jorge Carvajal (Alfonso Bassave), encargado de esclarecer los hechos, cuya presencia le hace revivir traumáticos recuerdos y enfrentarse a unos conflictos internos que creía haber dejado atrás.

En paralelo, Carmela (Paloma Stewart), Jahzara(Edith Martín-Val) y Renata (Carmen de la Vega), tres jóvenes procedentes de diferentes entornos sociales y con distintas motivaciones, ingresan en la Escuela dispuestas a labrarse un futuro en la Defensa Naval. Allí no solo se enfrentarán a las dificultades académicas y a la rígida jerarquía militar, sino también a una exigente instrucción y a la presión psicológica que supone asumir valores y conductas muy diferentes a las de su vida anterior. A ello se suman los conflictos derivados de sus complejas historias personales y sus fuertes personalidades. Más allá de los muros de la Escuela, el pueblo de Marín y la comunidad pesquera de la Ría tendrán también presencia en las tramas. Y tanto dentro como fuera de la Escuela, el mar será escenario y testigo de las historias y secretos de los personajes, unas veces como aliado generoso y otras como enemigo implacable.