Ni Estados Unidos, ni Inglaterra ni China. Sara Carbonero e Iker Casillas no van a ninguna parte y se quedarán en Oporto otro año para colmar su felicidad. El portero ha anunciado oficialmente que ha llegado a un acuerdo con el Porto para renovar su contrato por una temporada más. Han sido muchos meses de rumores e interés de otros clubes que han derivado en una amenaza real de dejar una ciudad en la que han echado raíces. Posando vestido con el escudo de los ‘dragones’, sonriente y con el pulgar arriba, el abulense comunicaba a sus fans la buena nueva.
A punto de cumplir 37 años, Iker ha tenido el gusanillo de probar suerte en una liga más exótica y de conocer otra cultura, pero siempre ha priorizado el bienestar de los suyos porque es un hombre para el que la familia es un pilar innegociable. En Oporto han encontrado ese remanso de tranquilidad y el lugar ideal para educar a sus dos hijos, Lucas y Martín. Los 4 han formado un núcleo indestructible y en la ciudad lusa han vivido algunas de sus mejores experiencias como pareja. Además, la adquisición de su nueva vivienda, que tiene unas vistas inmejorables, en el barrio Foz do Douro, ha sido un motivo más para quedarse donde están.
La decisión de no abandonar Oporto ha sido muy meditada y puesta a reposo durante meses. Iker Casillas no lo tenía del todo claro a comienzos de año. Había perdido protagonismo y peso en el equipo, no entraba en los planes del entrenador y la finalización de su contrato el 30 de junio de 2018 hacía presagiar un cambio de aires. Sin embargo, a finales de febrero consiguió revertir la situación y volvió a ganarse un sitio en la portería del Porto, con el que ha cumplido el sueño de ganar la liga portuguesa.
Sara Carbonero siempre ha tenido claro que su sitio era ese: “Oporto es una experiencia que enriquece a los peques y que nos hace ganar en tranquilidad (…) Nuestro proyecto en común es más fácil allí, al tener menos distracciones, estamos como muy piña. Es una etapa familiar preciosa”, comentaba en las entrevistas que daba cuando venía a Madrid. Precisamente, es en la capital de España donde ven el futuro de la familia, pero, de momento, seguirán disfrutando un año más de una ciudad sobre la que han dibujado su cuento de hadas perfecto.
La clave
Iker es una persona muy familiar y ha priorizado la comodidad de los suyos a la hora de tomar la decisión. Los niños están muy a gusto en Oporto, donde crecen sin la exposición mediática que sí que tenían en Madrid.
Renovación inesperada
El portero ha anunciado oficialmente que ha llegado a un acuerdo con el Porto para renovar su contrato por una temporada más. Han sido muchos meses de rumores e interés de otros clubes que han derivado en una amenaza real de dejar una ciudad en la que han echado raíces.
La nueva casa
La adquisición de su nueva vivienda, que tiene unas vistas inmejorables, en el barrio Foz do Douro, ha sido un motivo más para quedarse donde están.
Otro motivo
La consecución de la liga con el Oporto le ha hecho replantearse la decisión de marcharse, que parecía irrevocable a comienzos de año.
Tranquilos
En Oporto han encontrado ese remanso de tranquilidad y el lugar ideal para educar a sus dos hijos, Lucas y Martín. Los 4 han formado un núcleo indestructible y en la ciudad lusa han vivido algunas de sus mejores experiencias como pareja.
Paraíso
La pareja suele ir a la playa a hacer planes en familia. Son instantes de relax y de amor que no estaban dispuestos a cambiar.
Una fan más
Sara acude siempre al campo a apoyar a su marido, bufanda en mano. El Porto FC se ha ganado un sitio en sus corazones.
Turismo
Sara se ha dejado ver en alguna ocasión pateando los mejores rincos de una ciudad que conocen a las mil maravillas.
Proyecto de futuro
Iker y Sara se han adaptado perfectamente a la vida portuguesa. Esta ilustración es el nuevo adorno que preside su casa.
La reacción
Esta es la primera reacción de Sara después de que Iker anunciase su continuidad en el Oporto. Más feliz imposible.