Isabel Pantoja tiene la capacidad de parar España y lo va a hacer, una vez más, el lunes 30 de enero, en 'El Hormiguero 2.0,'.

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Isabel Pantoja presentó el pasado mes de noviembre en Aranjuez su último disco, 'Hasta que se apague el sol', compuesto por su amigo Juan Gabriel, que falleció el 28 de agosto del año pasado sin poder verlo publicado.

Si tuviéramos que establecer un medidor del estrellato, uno de los parámetros que sería prioritario respecto a los demás factores sería la capacidad de generar amores y odios, sentimientos encontrados. Y en eso no hay quien le gane a Isabel Pantoja, que resucitará televisivamente en el programa que presenta Pablo Motos.Tras la boda de su hijo, Kiko Rivera, se dio por hecho en muchas tertulias que Isabel Pantoja reaparecería en una entrevista escrita que, de haberse producido, nunca llegó a publicarse. Y si lo hiciera ahora, tras la decisión estratégica de la tonadillera, perdería mucho valor. Sobre todo, impacto.

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Pablo Motos ha conseguido la entrevista más deseada y, según parece, de manera gratuita, ya que el programa no paga a sus invitados.

Bien, pues ya sabemos que, como suele ser habitual en 'El Hormiguero 3.0.', el programa se emitirá en falso directo, según desvela El Confi TV. Esto significa que estará grabada una parte antes de que comience la emisión, un decalage que permitiría corregir cualquier imprevisto o error. Todo tiene que salir perfecto para un acontecimiento que, estoy seguro, va a reventar los audímetros en uno de los meses (si no el que más) más reñidos de Antena 3 y Tele 5.Será un momento de alto voltaje emocional, equiparable a las campanadas que dieron Isabel Pantoja y su hijo Kiko, en Tele 5, en 2011, un momentazo que la tonadillera, lista como ella sola, aprovechó para entregarle al dj. el Cristo de las Tres Caídas, un joyón de oro que perteneció a su padre (como si nunca hubiera tenido oportunidad de hacerlo antes). En esta ocasión hay un plus añadido: el morbo.

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Diez meses después de su salida de la cárcel, Isabel Pantoja rompe su silencio. Cada una de sus salidas con permiso fueron un acontecimiento mediático.

Isabel Pantoja ha sido una maestra para remover emociones y conciencias, para lograr que empaticemos con ella en sus dramas y sus alegrías. España entera lloró con 'Marinero de luces', un disco pensado para tocar todas las teclas de los lagrimales, y se pusieron las pieles de gallina cuando Paquirrín salió al escenario a tararear 'Mi pequeño del alma', en su concierto de reaparición ante la misma reina de España, en el que se plantó una diadema que no tenía nada que envidiar a todas las coronas y tiaras del fondo de armario de los Borbones.Las ediciones de las revistas se agotaron cuando murió Paquirri, vendió más de 600.000 del disco compuesto por Perales, que se transmutó en Isabel Pantoja para escribir esas metafóricas canciones, y conmocionó a millones de personas a través de las infinitas redifusiones de ese 'sigo estando aquí' de su reaparición, cual Virgen pagana mexicana, en Aranjuez, hace apenas dos meses.

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La muerte de su marido, Paquirri, en septiembre de 1984 conmocionó España. Su hijo Kiko Rivera no tenía ni un año de vida y la cantante acababa de empezar una nueva vida. Incluso se había planteado retirarse definitivamente de los escenarios.

Isabel Pantoja va a volver a hacerlo en 'El Hormiguero': con un cuestionario, supuestamente, pactado, con llamada en directo (o falso directo) de su hijo Kiko, y cantando en directo, nos va a tener hablando de ella durante semanas. ¿Abordará cómo fue su vida en prisión? Esa es la gran cuestión y por la que todo el mundo aguantará hasta el final del programa para ver a Isabel en estado puro. ¿Mi apuesta? Que va a hablar de todo, pero de puntillas. Porque aunque a veces el público, sobre todo al que no le gustas, es rencoroso, la mayoría de las ocasiones está deseando perdonar. Y ella ya lo ha pagado. Bastante caro, por cierto.Yo, desde luego, no me lo pierdo.

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En diciembre de 1985, Isabel Pantoja protagonizo uno de los momentos más mediáticos de la década, con su concierto de reaparición, al que acudió la reina Sofía.