Íñigo Onieva llega al bautizo de su sobrina política, la hija de Isabelle Junot y Álvaro Falcó, sin ganas de hablar con la prensa. Con un semblante de lo más serio, su actitud (aunque inusual en un evento alegre de este tipo) es algo muy habitual en él tras los continuos rumores de crisis con su pareja Tamara Falcó, con la cual no ha acudido a la Iglesia, pues le hemos podido ver llegando más tarde y por separado, demostrando los mismos ademanes displicentes con los que siempre responde a los periodistas.