Todo está listo para la gran final de Miss Universo 2023 en la que un total de 90 bellezas llegadas de distintos países lucharán por conseguir la ansiada corona. El Centro de Convenciones Ernest N. Memorial en Nueva Orleans, Louisiana, será el escenario del certamen este sábado, 14 de enero. Alicia Faubel es la representante española. Te contamos cómo es esta joven valenciana de 25 años. 

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Con unas medidas de vértigo y un 1,75 cm de altura, esta belleza consiguió seducir al jurado de Miss Universo Spain el pasado mes de septiembre. La joven ha estudiado interpretación y trabaja como modelo. Además, quiere continuar formándose como Auxiliar de Psicología. Se define como una persona carismática, paciente, disciplinada, valiente y bondadosa. Lleva viviendo en nuestro país desde los 17 años, pero es una auténtica trotamundos y ha residido en Filipinas durante casi cuatro años. El boxeo es una de sus principales aficiones, también el cine y la gastronomía.

Alicia Faubel, una joven muy familiar

Otro aspecto a destacar de la representante española es que adora estar con los suyos. "Me encanta pasar tiempo con mi familia en Játiva, el pueblo de mi abuela, ir a tomar una horchata con fartons, pasear por la playa de la Malvarrosa con mis amigos… Nada del otro mundo", afirmaba recientemente durante una entrevista con SEMANA. Actualmente tiene novio y este reside en Emiratos Árabes. La joven también ha señalado que le encantaría formar una familia numerosa. "Yo soy hija única y echo de menos tener hermanos".

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Foto: José Urbano

La representante de España en Miss Universo 2023 ha subrayado que a través de la repercusión que le otorgó el título quiere ayudar a las jóvenes a superar ciertos problemas, entre ellos, la obsesión por el cuerpo. "Empecé en la moda muy joven y me obsesioné porque me dijeron que no era lo suficientemente delgada para trabajar. Eso me creó inseguridades y complejos porque entonces no tenía la fuerza que tengo ahora, que no me afectan los comentarios porque sé que no se puede complacer a todo el mundo". 

"En mi primera agencia de modelos en Hong Kong me decían que no conseguía trabajo por las medidas de mis caderas. Me pasé tres meses sin hacer nada y cuando me fui a una nueva no paraba de trabajar porque precisamente tenía las caderas anchas. Aprendí que lo que eran imperfecciones para unos para otros era lo que me iba a hacer destacar".