Los duques de Sussex, Harry de Inglaterra y Meghan Markle, han bautizado a la pequeña Lilibet Diana en la más estricta intimidad. Alejados de todo el ruido mediático de la Familia Real Británica, con los que mantienen una tirante relación llena de reproches, han escogido California para celebrarlo. El pasado viernes 3 de marzo se reunieron con el arzobispo de Los Angeles, el reverendo John Taylor, para que oficiara la ceremonia. Sin confirmación oficial todavía del Palacio de Buckingham, fueron muy pocos los asistentes. Al enlace sí habrían recibido la invitación los abuelos paternos, el Rey Carlos III y la reina consorte Camila, y los tíos Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton.

Un amigo muy cercano a la pareja ha sido quien ha dado todos estos sorprendentes datos a la revista People. Se alejan así de la imagen más oficial de la que hacían gala, como parte de la realeza. Es significativa la diferencia entre la ceremonia "privada" con la que bautizaron a su primer hijo, Archie, y la de ahora. Por aquel entonces, en julio de 2019, las relaciones con la Corona no estaban rotas. Se hizo público hasta un posado oficial junto a la Reina Isabel II, que falleció el 2 de septiembre del año pasado. Junto a ellos, alrededor de un sofá, también estaban sus tres abuelos, sin la presencia de Thomas Markle, y sus tíos, los Príncipes de Gales. El lugar también es muy diferente. Por aquel entonces se celebró en el Palacio de Buckingham y estuvo oficiada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.

Harry y Meghan reciben oficialmente la invitación a la coronación de Carlos III

Todavía no es seguro que Harry de Inglaterra y Meghan Markle acudan a la coronación en mayo de este de Carlos III. La invitación que les da acceso al evento y a la Abadía de Westminster sí ha sido enviada por parte de la Casa Real. El que será el futuro rey no quiere tener más conflictos, al menos públicos, y con este gesto acerca posturas cada vez más enfrentadas. Esta decisión choca frontalmente con los últimos acontecimientos en ambos. Hace tan solo 5 días se conocía que el monarca retiraba a la pareja la casa de Frogmare Cottage y le cedía su uso a su hermano, el polémico y complicado príncipe Andrés.

Esta espectacular casa de campo inglesa del siglo XVII está rodeada de vegetación y muy cerca de los jardines de Windsor, la residencia real. A una hora de Londres, era la residencia que en la que vivieron junto a su hijo antes de mudarse a Montecito, en California, y el lugar que utilizaban en sus visitas a Inglaterra. Siempre se han mostrado muy críticos con todos los integrantes y lo han dejado claro. Las memorias del príncipe Harry, por ejemplo, fueron el último huracán que arrasó con Buckingham y salpicó a su hermano, el príncipe Guillermo, su mujer, Katte Middleton y la reina consorte Camila con aspectos como el supuesto racismo que pudieron ejercer con la ex actriz.

Harry de Inglaterra y Meghan Markle bautizan a su hija Lilibet lejos de la Familia Real Británica
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