Los Reyes han vuelto a abrir el Palacio Real tras los festejos del 12 de octubre. En esta ocasión ha sido para ofrecer un almuerzo en honor del presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y su esposa, Elke Büdenbender.

Visita del presidente de Alemania
15

¿Es la misma Letizia?

La última vez que vimos a

13


... Porque evidentemente esa Letizia nocturna no es la Letizia de hoy. Este mediodía ha reaparecido en rojo, sí, por completo, pero toda recatada, toda discreción. ¿Qué ha pasado aquí?

Almuerzo en el Palacio Real
Letizia


Que diría aquel, esta no es nuestra Letizia, que nos la han cambiado. A saber: falda midi de capa con blusa de seda con aberturas y lazadas en las mangas, todo de Hugo Boss. La falda es la misma que estrenó para inaugurar la última edición de ARCO, pero tampoco parece " ella".="" se="" trata="" de="" la="" prueba="" fehaciente="" de="" cómo="" puede="" cambiar="" una="" prenda="" según="" la="" combinemos.="" entonces="" resultaba="" moderna,="" aunque="" también="" la="" lució="" con="" otra="" blusa="" roja.="" hoy ="" le="" echado="" varios="" años="">

La clave está en las perlas
Letizia

Y todo por las perlas. Perlas buenas, eso sí. Alguien también dijo alguna vez que ninguna mujer debería ponerse perlas antes de los 40. Eso al menos lo cumplimos. Y son preciosas, qué duda cabe, pero para mi abuela o quizás con otro estilismo más atrevido.

Perlas también como pendientes
Letizia

La otra noche vimos a una Reina sensual, con aretes ibéricos en las orejas y un escote que se deslizaba hacia abajo sin pudor. Esta vez en su sedoso escote cerrado y abotonado solo reposaban... las perlas. Yo creo que el gran problema viene por la blusa y esos detalles en las mangas. Me pone un poco nerviosa pensar que los lazos y los puños van a caer encima de algún plato...

Sus primeras perlas 'de pasar'
Letizia

Hagamos un poco de historia. En los Premios Princesa de Asturias de 2015 Letizia ya nos obsequió con estas perlas, sus primeras perlas. Era la primera vez que se ponía una pieza del joyero 'de pasar', ese que va pasando de reina en reina de España desde Victoria Eugenia. Aquella vez Felipe Varela le acopló el collar al escote redondo del vestido de volantes degradé.

Uno de los más valiosos del joyero de la Casa Real
Letizia

El collar está realizado con 37 purísimas y perfectas perlas rusas (originalmente constaba de 41) y fue un regalo del rey Alfonso XII a su primera esposa, la recordada María de las Mercedes, fallecida prematuramente a los 18 años tan solo cinco meses después de su boda. Desde entonces lo han lucido en su cuello todas nuestras soberanas, incluida la reina Sofía, que le ha dado bastante uso. El hecho de que Letizia lo haya recuperado a falta de pocos días del 80 cumpleaños de su suegra puede ser un punto a su favor.

Letizia llevaba unos salones de Magrit en dos tonos
Letizia

Una Reina estricta y germánica
Letizia

En fin, este estilismo será una especie de homenaje a sus invitados, pues Letizia tan estricta y germánica se ha presentado. Clásica cien por cien. Salvo por el rojo, que es el único desliz concedido a la pasión española. Algo siempre queda. Hasta el peinado era de señora mayor, más ahuecado y con las ondas hacia fuera.

Gestos de cercanía entre las damas
Letizia

Letizia y la primera dama alemana, charlando animadamente por los salones del Palacio Real directas hacia la comida. Si no llego a ver esta foto, creo que Letizia es un maniquí, pues sus gestos hasta el momento eran súper serios y rígidos. Todo muy en plan manitas cruzadas. Pero no.

Comida y discurso del rey Felipe
16

Una vez sentados todos a la gran mesa, el rey Felipe ha procedido a pronunciar el habitual discurso de hermanamiento entre países. Previamente el monarca y el presidente alemán habían mantenido un encuentro en La Zarzuela. Por la tarde, ambos participarían  en la sesión de clausura del foro Hispano-Alemán (el mandatario también inauguró la exposición de Max Beckmann en el Museo Thyssen-Bornemisza). Letizia se estaba abrochando el collar de perlas, mucha responsabilidad, mucho patrimonio colgado al cuello y con un trasfondo muy sentimental.