Desde siempre, la familia de Mónaco ha dejado patente su predilección por el mar. De hecho, navegar es una de las grandes pasiones de Carolina de Mónaco, quien ha encontrado en el Pacha III, su particular refugio y el centro neurálgico en el veraneo de parte de sus vacaciones familiares. Se trata de uno de sus barcos favoritos, de estructura clásica y que se aleja de las grandes tecnologías por las que suelen apostar los grandes magnates que cuentan con uno en su posesión. Este histórico navío cuenta con 36 metros de eslora y, aunque no es el más ostentoso del Principado, sí es el más especial para su propietaria. En él ha creado grandes recuerdos, recuerdos que perdurarán para siempre.
Un barco con gran significado
La historia del barco va más allá de su propia adquisición y es que esta embarcación cobra un significado simbólico para Carolina de Mónaco. El motivo está relacionado con su gran amor, porque fue un regalo de su marido, Stefano Casiraghi, quien falleció de manera trágica a principios de octubre de 1990 en un accidente náutico.
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Se encontraba en aguas de Saint-Jean-Cap-Ferrat, donde Casiraghi defendía su título de campeón mundial de 'offshore' clase I, sin embargo, perdió el control de su lancha, la 'Pinot de Pinot'. que se estrelló a alta velocidad contra una ola. Según contó la prensa internacional, fue trasladado de inmediato al hospital Princesa Grace, en Monte Carlo, junto a su copiloto, Patrice Innocenti. El yerno de Rainiero de Mónaco murió, finalmente, a los pocos minutos de ser rescatado, mientras que Innocenti logró salvar su vida.
Fue por casualidad, una auténtica serendipia. Así descubrió Carolina de Mónaco la mencionada embarcación que, para ella es un tesoro náutico. Mientras se encontraba en el Puerto de Mónaco se enamoró de este imponente barco que, finalmente, se convirtió en un regalo de Steffano en 1989. Además, el Pacha III se bautizó en honor a sus tres hijos, uniendo las iniciales de; Pierre, Andrea y Charlotte. Además, el Pacha III se bautizó en honor a sus tres hijos, uniendo las iniciales de; Pierre, Andrea y Charlotte.
Pacha III, el barco de Carolina de Mónaco
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La historia del Pacha III
Corría el año 1936 cuando se construyó el barco en Gran Bretaña por Camper & Nicholsons, líder desde 1782 en la navegación de lujo. Concretamente, el Pacha III es un yate a motor que cuenta exactamente con 36,24 metros de eslora y 5,6 de manga. En cuanto a la velocidad máxima, es de 13,5 nudos y su velocidad crucero es de 12.
El Pacha III de Carolina de Mónaco
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Para una navegación optima, el Pacha III tiene dos motores diesel Caterpillar. En cuanto a su interior, puede alojar hasta 9 invitados y 7 miembros de la tripulación, para que así la estancia de sus ocupantes cuente con todo tipo de comodidades y hacer de sus viajes una experiencia única, relajante e inolvidable. Por otro lado, tiene un tonelaje bruto de 166, 0 GT.
En cuanto a su construcción, tiene una cubierta de teca, que es, sin duda, una de sus señas de identidad, un casco de acero y una superestructura de acero. Y no solo eso, sino que se considera uno de los mejores barcos del mundo por su eslora y navega bajo la bandera de Mónaco.
El navío se aleja de la modernidad que se ha ido instaurando en las actuales embarcaciones, que están dotadas de las últimas tecnologías. Llama especialmente la atención por su estética, lo que convierte el Pacha III en una perfecta casa flotante. Su diseño fue creado por el interiorista francés, Jacques Grange, que le dio ese toque inspirado en los dorados años 30. Destaca así la fusión del tono negro y la franja roja que bordea toda la estructura. Una combinación que refleja estilo y sencillez, pero también elegancia.
Pero, antes de llamarse Pacha III, esta impresionante nave tenía otro nombre: Arete II y ya había llevado otros nombres más como Briseis, Cardigrae V y Priamar. Del mismo modo, tuvo otros importantes propietarios, entre los que se encontraba Jean-Louis Renault, conocido y famoso fabricante de coches. También pudo disfrutar de esta embarcación el pintor expresionista, Bernard Buffet.
Carolina de Mónaco en una lancha
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El Pacha III, dotado de todo tipo de comodidades para sus invitados
Carolina de Mónaco no solo disfruta del interior del Pacha III y de sus magníficos exteriores donde puede relajarse junto a su familia, sino que también puede divertirse y darse algún que otro chapuzón, tal y como ha ido haciendo a lo largo de todos estos años. También puede desplazarse con otra pequeña barca, que también recibe el mismo nombre. Concretamente, es una lancha blanca de pequeñas dimensiones con la que puede acercarse a la costa más cercana mientras el barco mantiene la correspondiente distancia de seguridad, tal y como se puede ver en la imagen superior. Sea como fuere, el Pacha III se ha convertido en la perfecta joya náutica para la princesa.