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La incontinencia urinaria en los niños se llama enuresis. Se trata de la emisión repetida de orina de manera involuntaria durante el día o en la cama por la noche. Para que se considere enfermedad debe producirse al menos dos veces cada día durante un mínimo de tres meses consecutivos y en niños mayores de 4 años. Suele darse sobre todo durante la noche. A pesar de ser un trastorno muy común entre los niños, debes prestar atención ya que puede causar problemas de autoestima o comportamiento.

Sus causas
En la mayoría de los casos, ocurre porque el niño queda dormido profundamente y no se entera de las ganas de hacer pis. Mucha de las veces tiene componente hereditario, por lo que si alguno de sus padres ha padecido enuresis durante su infancia, su hijo es muy propenso a padecerlo.

En casos raros, las enfermedades tipo diabetes o del tracto urinario pueden ocasionarlo. Estas afecciones no causan solo enuresis nocturna, sino también diaria. Si el niño también padece diurna, debe acudir al
médico.

Los cambios de su vida diaria o los problemas emocionales pueden desencadenar este trastorno. Una mudanza, el estrés o tener un nuevo hermanito puede ocasionar que el niño sufra ansiedad y se produzca un cambio de conducta y de comportamiento. Todo ello acaba a veces en enuresis.

¿Quién la sufre y por qué?
Es más común en los niños que en las niñas.
FSe denomina enuresis a partir de los 3 años. No existe una fecha tope para dejar el pañal. El niño está preparado fisiológicamente para ello cuando sabe controlar perfectamente sus esfínteres (reteniendo y expulsando), por lo que renuncia ya a su condición de bebé. La maduración varía según el niño. Pero se suele dejar de llevar el pañal entre los 15 y 36 meses (3 años), por lo que antes se considera bebé y no se habla de problema de enuresis.

Los niños aprenden a controlar su vejiga por sí solos. Es normal mojar la cama hasta los 5 años y se regula con el tiempo. Para agilizar este proceso deberán apoyarles con refuerzos positivos, ya que si no la autoestima del niño conforme pasa el tiempo se ve más afectada. Si a partir de esta edad sigue mojando la cama, no significa que esté enfermo, pero deberá acudir al médico para descartar que sufre enuresis.

Ojo con presionar al niño. Se puede desencadenar una incontenencia psíquica, y desarrollar problemas de autoesmima, vergüenza, temores e inseguridad. Por lo que no se puede prevenir.

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¿Y los padres?
Los padres no deben castigar o limitar la ingesta de agua durante la noche. El niño sentirá que no está haciendo algo bien. Tampoco es recomendable despertar al niño a media noche para que vaya al baño.

Reparte el aporte de líquido durante todo el día. Sobre todo en el desayuno.

Idea top
Cuelga un calendario. Las noches secas serán el sol, y las húmedas las nubes. El niño reconocerá positivamente su progreso.