Jorge Javier Vázquez: la fotografía que le ha costado un aluvión de críticas

Jorge Javier Vázquez lleva tiempo confesando públicamente que a veces se siente agotado por la fama y que por momentos le dan ganas de dejarlo todo. La fama le ha dotado de un poder mediático que le presiona y le agota, le hace vulnerable. Solo descansa cuando se apagan los focos y eso al final pasa factura en forma de desgaste. Tampoco ayuda la exposición pública que a menudo hacen los famosos en Instagram y el presentador catalán lo ha experimentado en su propia piel.

Jorge Javier Vázquez vuelve a estar en el ojo del huracán

Una foto para la polémica

Jorge Javier ha estado este fin de semana en Jaén, ciudad que ha acogido una nueva representación de su obra de teatro 'Grandes Éxitos'. Allí se ha rodeado de amigos y tras acabar la función se ha tomado una fotografía junto a ellos que no ha dejado indiferente a nadie.

No es la primera vez que comparte imágenes llamativas y que se hacen virales

Comentarios negativos

En la imagen se ve a un Jorge Javier que todavía está maquillado y con un aspecto bastante poco común. Una circunstancia que algunos han aprovechado para criticarle: "Vaya careto, a tu cirujano hay que inhabilitarlo", "Qué viejo estás" o "vaya careto" con algunas de las fuertes críticas que Jorge Javier Vázquez ha recibido.

No lo lleva nada bien

Jorge se ha mostrado cansado de estar continuamente en el foco mediático, sobre todo por su carácter reservado: "No puedes tener mucho control de lo que la gente piense de ti. La televisión y el teatro me permiten dar rienda suelta a una locura que de otra forma no podría llevar a cabo por mi timidez", confesaba en una entrevista con 'El País'.

"A veces me gustaría ser uno más"

El presentador más exitoso de Telecinco

Y probablemente el mejor pagado. Se ha llegado a decir que solo por su contrato con Telecinco se embolsa unos 4-5 millones de euros anuales.

También ha tenido que renunciar a muchas cosas

Por ejemplo, a vivir en el centro de Madrid, algo que le priva. Cuando llegó a la capital se estableció en un piso en plena Calle Bordadores, pero su aumento de popularidad hizo que tuviese que mudarse a las afueras.