Si pensabas que la tendencia Barbie iba a ser flor de un día y que solo las influencers iban a caer rendidas a ella estás muy equivocada. El mundo se ha teñido de rosa y ya nadie se resiste al color del pantone más dulce y romántico, pero en absoluto ñoño. La mismísima Reina Letizia lo eligió para el posado del verano en los Jardines de Alfabia y ahora ha sido Ana Boyer, quien tampoco ha podido resistirse.

Mientras su hermana Tamara Falcó nos sigue dando lecciones de estilo con impecables looks durante su luna de miel, ella también ha demostrado que es otra digna heredera de la elegancia de su madre. Quizás menos fashion que la marquesa de Griñón, la pequeña del clan Preysler apuesta por la clásica elegancia, pero siempre haciendo un guiño a las últimas tendencias. ¿Y qué hay más tendencia este verano que tener en tu armario un vestido rosa? Pues podemos asegurar que nada.

ANA BOYER EL MAYOR APOYYO DE FERANDO VERDASO EN EL OPEN DE TENIS DE EL ESPINAR

También te interesará

Ana Boyer tiene el único vestido caftán que necesitas este verano en tu armario

El vestido rosa tampoco falta este verano en el armario de Ana Boyer

El verano es sinónimo de estilismos relajados y poco complicados, pero Ana Boyer ha sacado su lado más sofisticado para enseñarnos un vestido rosa fuerte tan elegante, que podríamos vérselo en cualquier acto social o boda a las que acude. Ella no estuvo en la fiesta de presentación de la película en España, pero su estilismo encaja como guante. Se trata de un vestido largo satinado en fucisa de estilo lencero, con doble tirante de cordón y pronunciadísimo escote fruncido. Un diseño sencillo, elegante y clásico, todos los calificativos que definen a la perfección el estilo de la hija de Isabel Preysler, pero también con un toque sexy que lo convierten en la prenda imprescindible del verano.

Ana Boyer con vestido fucsia posa en la casa de su madre
Ana Boyer ha lucido el vestido fucsia lencero más bonito. Foto: Gtres

Pero si el vestido es una auténtica maravilla, no menos lo son las joyas con las que lo ha acompañado. Una gargantilla junto con unos pendientes largos, pulseras y anillos de Rabat, que combinan tanto con el tono como con el estilo del vestido. Ana, sentada en una tumbona en el jardín de la casa de su madre en Madrid, es la viva imagen de la elgancia y el charme.

Después de pasar unos días de vacaciones con su familia en Marbella, ahora está disfrutando con su progenitora antes de coger de nuevo las maletas  y continuar con su vida viajera por el mundo.