En sus primeras 48 horas en prisión, el hijo del actor Rodolfo Sancho ya se ha puesto en contacto con su abogado hasta en tres ocasiones.
Han pasado tan solo dos días desde que Daniel Sancho ingresó en la prisión provisional. Era el pasado lunes, 7 de agosto, cuando el hijo del actor Rodolfo Sancho entraba en un módulo de aislamiento por protocolo covid antes de permanecer entre rejas a la espera del juicio por el presunto asesinato de Edwin Arrieta en Tailandia. Unas horas que no están siendo en absoluto sencillas para el chef español, que ya incluso habría hecho tres peticiones al abogado que le está ayudando en el caso.
Teniendo en cuenta que las condiciones en la cárcel de Koh Samui no son tan óptimas como en otros centros penitenciarios, Daniel Sancho ya habría requerido la ayuda de su letrado: "Ya no está tan tranquilo y ha pedido medicamentos para la ansiedad", ha comenzado indicando Jorge Luque, periodista de ‘El programa del verano’ enviado a la isla en cuestión. Un primer deseo que la enfermera y el médico encargados de los nuevos reclusos han concedido al hijo del actor, que ya tiene en su poder las medicaciones requeridas.
Sin embargo, esta no sería la única petición que Daniel ha hecho a su llegada a prisión. Mientras que el resto de presos solo disponen de una comida al día basada en "un poquito de caldo con huesos y algo de arroz", el joven prefiere que su menú personal sea modificado por otro mejor: "Él, a través de su abogado, quiere que le traigan comida mejor que la que ya ha probado aquí", ha señalado el reportero, admitiendo además que se trata de un asunto que ya está solucionado.
Por último, Sancho "ha pedido poder llamar por teléfono" para así tener contacto con su familia cuanto antes: "Me dicen que es imposible. Que en estos 10 primeros días solo tendrá contacto con su abogado", ha zanjado Luque, siendo este el único deseo que las autoridades tailandesas no han concedido al presunto asesino.
Daniel Sancho: de la tranquilidad a la máxima tensión
Por si fuera poco, a esto se suma que poco o nada queda de la tranquilidad de la que gozaba Daniel Sancho en un primer momento. Y es que, el chef parece ser poco a poco consciente del problema en el que está metido y que podría hacerle permanecer durante muchos años en prisión, o incluso tener la pena de muerte: "Lo han visto un poco nervioso y tiene que aprender cómo es la vida en la prisión", puntualizaba el director de Koh Samui.