La madrugada del próximo 4 de marzo, el Dolby Theatre de Los Ángeles se llenará de estrellas de la gran pantalla buscando levantar una estatuilla por sus méritos en el séptimo arte durante el último año. La 90 º edición de los Oscar promete emociones fuertes y (seguramente) sea la consagración de nuevos talentos y también una nueva confirmación de los rostros imprescindibles cada edición. Sin embargo, la de los premios no va a ser la única batalla de la noche y sobre la alfombra roja angelina se librará otra de estilo.

Cada actriz sacará lo mejor de sus armarios para tratar de ser la mejor vestida de la fiesta del cine por excelencia. Una tarea que no es sencilla ya que durante las últimas décadas hemos visto auténticos patinazos de estilo que permanecen grabados a fuego en nuestra retina. Vestidos demasiado cargantes, estampados y cortes imposibles, demasiado atrevimiento o un look muy informal para una noche de gala han sido algunos de los pecados ‘fashion’ de las celebrities.  En su defensa hay que decir que no es fácil acertar y que el hecho de querer innovar puede acarrear caer en un error flagrante de vestuario.

Los Oscar dejan estilismos inolvidables por su elegancia, pero también fallos ‘fashion’ imperdonables. Uma Thurman, Cameron Diaz, Pamela Anderson, Kate Winslet o Lady Gaga son algunas de las mujeres que encabezan el ranking de vestidos para olvidar. Bien les vendría aplicarse aquella premisa del mundo de la moda que dice que menos es más…

Cher

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1997. Inolvidable vestido con encaje y transparencias marcando la nota dominante. Pese a su edad, Cher no tuvo problemas en darlo todo y mostrar sus curvas con este look. Fue muy defendido por una parte de la crítica, pero fuertemente criticado por otra. 

Pamela Anderson

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2001. La provocativa actriz nos dejó claro hace unos añitos que cuando hay una imagen, sobran las palabras. De esta guisa se presentó a la ceremonia en Los Ángeles. 

Björk

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2001. Está bien brillar y poner la nota diferente a la alfombra roja de los Oscar, pero no a cualquier precio. Puede que el vestido de la cantante islandesa fuese maravilloso e ideal para el ballet de 'El Baile de los Cisnes', pero no para la fiesta del cine. 

Cameron Diaz

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2011. Hay looks cuyo fallo es no ajustarse al contexto del evento. A Cameron Diaz esta pieza le habría ido fenomenal para salir por Los Ángeles una noche cualquiera, pero no para toda una ceremonia de los Oscar. Demasiado corto e informal. 

Geena Davis

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1992. Sencillamente horrible. No hay por donde coger este estilismo de inspiración ¿nupcial? con mangas y falda abullonada. Grabado en nuestra memoria y no precisamente por su buen gusto. 

Kate Winslet

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1996. Rosa y rojo es una mezcla de colores demasiado atrevida y osada al ser dos tonalidades similares y 'hermanas'. El de Kate Winslet fue un claro ejemplo de que arriesgar no se traduce en ganar. 

Kim Basinger

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1990. Los riesgos de querer confeccionarte tú misma el vestido para un evento tan importante son estos. Kim Basinger no acertó nada con su elección. 

Uma Thurman

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1999. Querer apostar por todas las tendencias juntas en un mismo look no es una buena idea. Brillante, tejido drapeado, falda abullonada... En fin, mejor poco y efectivo. 

Lady Gaga

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2015. A veces con los complementos los que empañan un buen 'outfit'. Es lo que le pasó a Lady Gaga con sus guantes, que dieron pie al feroz público de las redes sociales para hacer toda clase de memes. 

Vera Farmiga

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2010. Menos es más y un volante tan ostentoso resulta demasiado cargante para un look.