Los Franco silencian a Carmen Martínez Bordiú

“Estamos bien, tranquilos y unidos como una piña”, asegura a SEMANA uno de los hijos de Carmen Franco, que prefiere no ser identificado. “No hay ni habrá problemas entre nosotros por la herencia de nuestra madre. Estamos seguros de que lo habrá hecho bien, era una persona muy justa”.

Así de tranquilo se muestra uno de los nietos de Francisco Franco ante las diferentes especulaciones que se han abierto con la herencia de Carmen Franco tras su fallecimiento. El testamento se abrirá en pocos días. Así nos lo asegura. Al menos tienen que transcurrir 15 días hábiles posteriores a la muerte de la persona que ha dejado ante notario sus últimas voluntades.

Parece que los herederos de la hija del general Franco están de acuerdo en respetar el reparto que haya hecho su madre, incluidos los tres títulos nobiliarios que reunían Carmen Franco y su marido Cristóbal Martínez-Bordiú, marqués de Villaverde.

Estos días se habla mucho de la posibilidad de que Francis Franco le dispute a Carmen, su hermana mayor, el ducado de Franco, algo que desmiente rotundamente uno de los hijos a esta revista: “El título de duquesa de Franco que tenía mi madre, otorgado por el rey, es para Carmen como dice la ley por ser la hija mayor. El Señorío de Meirás se lo dio mi madre hace ya años a Francis, que también es marqués de Villaverde, como deseaba mi padre. Insisto en que no hay conflicto alguno”.

Es cierto que ha llamado la atención la ausencia de declaraciones públicas de los miembros del clan Franco. En especial de Carmen Martínez Bordiú. Y esto tiene una explicación. Los hijos de Carmen Franco mantuvieron una reunión en la casa familiar de la calle Hermanos Bécquer de Madrid. En dicho encuentro todos ellos acordaron por unanimidad no hacer declaraciones a la prensa y mantener silencio durante un tiempo, en vista de las inexactitudes que iban publicando los medios de comunicación sobre su supuesta inmensa fortuna y la guerra por los títulos nobiliarios, según desvela a SEMANA uno de los asistentes.

“Lo hicimos sobre todo para que Carmen no se fuera a hablar a las televisiones. Dentro de un tiempo, que cada uno haga lo que quiera”, asegura nuestro interlocutor.

Precisamente, Carmen Martínez Bordiú pasó por el plató de Sálvame poco después de conocerse la enfermedad terminal de su madre. Una entrevista por la que, según ha indican a esta revista habría cobrado 25.000 euros, un 50% menos de lo que pedía en un principio.