David Flores Carrasco estrena vida con su mayoría de edad

David Flores Carrasco cumplió 18 años la semana pasada y ahora ya es absolutamente libre para vivir con quien quiera y como quiera. ¿Qué pasará?

Cuando se tiene 18 años se es más impetuoso y rebelde que a los 30. Esto es así en una inmensa mayoría sociológica, porque, claro, los hay rebeldes hasta la muerte, como Mick Jagger, que seguirá teniendo hijos que podrían ser sus tataranietos. Pero lo normal es que uno se vaya aposentando, tomando decisiones cada vez menos drásticas y siendo medido en las respuestas.De David Flores Carrasco, hijo de Antonio David Flores y Rocío Carrasco, poco sabemos, salvo lo que nos ha ido contando su padre en las entrevistas. Y por lo visto, quiere seguir los pasos de su hermana Rocío, quien hace ya mucho que decidió dar la espalda a su madre y cerrar filas con su tía Gloria Camila, quien tampoco es que muera de amor por su hermana.

David Flores Carrasco tiene mucho tiempo para equivocarse, caerse, levantarse y rectificar, al igual que su hermana. No me cabe duda que dentro de unos años las rencillas familiares serán solo un recuerdo, porque al final, cuando vas recibiendo palos de la vida, aprendes a discriminar entre las mentiras, los errores y lo que verdad importa.Tanto David como su hermana han crecido con sus padres en guerra toda su infancia y adolescencia. Soy consciente de sus enfrentamientos desde la primera línea, porque en aquellos años mantenía contacto constante con Doroteo López Royo, abogado de Rocío, todo un caballero, ya fallecido, quien, sin saltarse el secreto profesional, me hacía ver lo complejo que era el conflicto entre Antonio David y su representada.Un conflicto que a día de hoy sigue enconado y que no favorece a nadie. Sin ser yo nadie para dar consejos, recomendaría a estos padres que hicieran lo posible por pulir asperezas, desterrar las diferencias y tratar de llegar a un entendimiento. No se puede vivir con el odio del pasado enquistado porque se será incapaz de construir un futuro confortable. Y los más perjudicados serán, claro está, sus hijos, que tendrán familias cojas.

En los últimos días han llegado noticias nada alentadoras en este sentido. Rocío Carrasco y Antonio David siguen con la munición a tope y nada parece indicar que vayan a sacar la bandera blanca. Si nos atenemos a las informaciones que recibimos, los hijos estarían de parte del padre y sin visos de acercar posturas con su madre.Entiendo que para Rocío Carrasco es complicado intentar ganarse a sus hijos, si es que su situación es tal cual la pintan, y tiene que cargar con el rol de la mala de película sin nadie sepamos realmente si lo es o no. A mí me cuesta creerlo, porque ha tenido la desgracia de perder a sus padres de forma prematura y de sufrir ese vacío.A veces los hijos se revelan cuando los padres intentan ponerles disciplina o cuando se echan nuevas parejas que van a reemplazar a su madre o a su padre. Hay tantas variables que intervienen en estos complejos procesos emocionales que nadie podemos aventurarnos para dar un diagnóstico de la situación.Lo que sí podemos hacer es apostar por el diálogo, la conciliación y el perdón, que es muy sanador. David y Rocío se alegrarán de tener una madre en el futuro con la que poder hacer grandes cosas juntos. Ojalá lleguen a esa conclusión más pronto que tarde.