Rodrigo Sancho ha vuelto a pronunciarse sobre el caso de su sobrino, Daniel Sancho, como vocero involuntario de la familia en esta situación complicadísima. Lo ha hecho después de que su hermano, Rodolfo Sancho, emitiese un escueto comunicado, el segundo, de nuevo, para pedir respeto y, también, para reconocer "el momento tan doloroso" que están viviendo los familiares de Edwin Arrieta, la víctima del terrible crimen perpetrado, supuestamente, por su hijo. Rodrigo ha atendido a los medios agolpados a las puertas de su casa, muy amable como siempre. "Son dos familias destrozadas", ha indicado, muy serio y afectado, como no podía ser de otra forma. El tío del asesino confeso ha confesado que el chef y su abuela, madre, a su vez, de Rodrigo y Rodolfo, tenían mucha relación, hasta el punto que pasaban mucho tiempo juntos y él se encargaba de ella. La matriarca de la familia no sabe nada de la grave situación que atraviesa su nieto. Sus familiares, con el fin de protegerla, procuran mantenerla al margen del bombardeo de informaciones que llegan cada día de Daniel.