El curioso nexo entre Laura Matamoros y Georgina, novia de Cristiano Ronaldo

Laura Matamoros ya se encuentra en la recta final de su embarazo. El próximo 20 de abril sale de cuentas y este proceso lo está siguiendo de cerca y con mimado detalle la ginecóloga Inés Tamarit. Pero, ¿de qué nos suena este nombre? Pues esta profesional médica ya ha salido a la palestra pública al ser la encargada de traer al mundo a la primera hija de Georgina Rodríguez, novia de Cristiano Ronaldo. Ejerce en la madrileña clínica Quirón de Madrid, concretamente en Pozuelo de Alarcón, y su consulta se ha convertido en un improvisado desfile de vips.

El pasado mes de noviembre vino al mundo la pequeña Alana Martina, primera hija biológica de la joven Georgina Rodríguez, pero que se ha convertido casi por sorpresa en madre de una familia numerosa formada por cuatro vástagos. Mientras que Cristiano Junio y los mellizos nacieron a través de un vientre subrogado, Alana Martina fue alumbrada por la vía tradicional, con la ayuda de Inés Tamarit, especialista en Ginecología y Obstetricia que ahora se ocupa de la primeriza Laura Matamoros.

Aunque todavía quedan dos semanas para que Laura Matamoros dé a luz -al menos se cumple el plazo máximo marcado por los médicos-, la hija de Kiko Matamoros se encuentra impaciente por verle el rostro a su retoño de una vez. La joven asegura que no le preocupa tanto dar a luz, sino más el hecho de que el embarazo le ha hecho ganar cerca de 25 kilos y no se siente especialmente cómoda con su aspecto físico. De hecho, esto se hace evidente también en su perfil de las redes sociales, donde ha dejado de alegrar a sus seguidores con imágenes de cuerpo completo. Eso sí, no se olvida de nutrir su espacio en MTMAD, el canal de Mediaset.

Es más, a través de este canal está acercando algunos detalles de su proceso de gestación y otros que tienen que ver más con cómo debe prepararse una mamá ante el alumbramiento. Una de sus últimas actualizaciones se centra en qué se llevará al hospital para los tres días que se prevé que permanecerá ingresada: ocho pijamas, seis camisas, ocho bodies cruzados de manga larga, manoplas, gorrito, almohada antivuelco, calcetines de recién nacido, baberos, pañales, gasas, toallitas, cambiador de viaje, gel de ducha y champú, así como un eterno etcétera que evidencian que Laura Matamoros, pese a ser madre primeriza, no le pillará esto con el pie trastocado.

Pero, ¿cómo se llamará el pequeño? Ya se conoce que será un niño, pero el misterio está en cuál será el nombre con el que le conoceremos. Eso sí, Laura Matamoros ya baraja algunas posibilidades: “Me gusta Marcos, pero no es seguro. Benji es más clásico y le haría mucha ilusión que su hijo se llamara como él”, decía.