Bélgica está viviendo una revolución desde que se desvelara que el rey Balduino y su madrastra, la princesa Lilian, esposa del Rey Leopoldo III, mantuvieron un romance secreto que no estaba bien visto en los círculos privados de la corte. Una revelación que ha salido a la luz 67 años después, tras la publicación de los diarios de Achille Van Acker, quien fuese primer ministro de Bélgica durante 12 años, entre 1946 y 1958.Leer más: escándalo en Bélgica por las vacaciones secretas de los Reyes

Un rumor confirmado 7 décadas después

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Han pasado 67 años desde que el rumor recorriese las calles de Bélgica hasta hoy, cuando el diario belga ‘Het Laatste Nieuws’ publicase extractos jugosos de las memorias del mandatario. Partes clave de sus diarios personales, como cuando le llegaba información de la Casa Real informándole de los movimientos secretos del Rey Balduino de Bélgica y su madrastra, la princesa Lilian.

El viaje que le puso en la pista del escándalo

Rey Balduino de Bélgica (7)

“Lilian y Balduino viajaron al Tirol en un tren nocturno y compartieron el mismo compartimento para dormir”, rezaba el mensaje que le llegó a Achille Van Acker y que le ponía sobre la pista de que la relación entre ellos no era la más adecuada, al menos no para evitar el escándalo público y alimentar los medios sensacionalistas con una historia muy jugosa.

67 años de silencio

Leopold III van België (1934)

A pesar de ser conocedor de esta supuesta relación entre el Rey y su madrastra, el ex primer ministro decidió no ceder a la tentación de que esta información cayese en malas manos. Por eso, decidió guardar sus diarios bajo llave y proteger el secreto de posibles filtraciones.

Pincharon los teléfonos de Casa Real

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Eso sí, a pesar de que no utilizó la información que poseía, sí que tomó medidas. Ante la sospecha de que entre ellos había una relación que iba más allá de lo familiar, decidió mandar que se escucharan las llamadas realizadas en Casa Real. Con ello, descubrió mensajes que dejaba pocas dudas sobre su estrechísima relación, como el “solo tuyo” que el Rey Balduino le decía a ella, o el “nunca te dejaré” de la princesa Lilian a su hijastro.

El inicio de su polémica relación

La princesa Astrid de Bélgica

El Rey Balduino se casó en 1926 con la princesa Astrid de Suecia. Con ella tuvo tres hijos: Josefina Carlota, Balduino y Alberto. Sin embargo, la tragedia se instaló en palacio cuando Astrid falleció en un trágico accidente de tráfico. Poco después, llegó la princesa Lilian a su vida, eso sí, como esposa de su padre. Poco a poco, su relación se hizo más y más estrecha, hasta haber podido provocar un escándalo mayúsculo.

La princesa Lilian, odiada en Bélgica

La princesa Lilian de Bélgica

La princesa Lilian no gozó del respaldo y apoyo popular que habría esperado. De hecho, era muy criticada. Es quizá por ello que Casa Real minimizó lo posible su presencia en actos oficiales y también se le otorgó tan solo algunos de los títulos nobiliarios que le correspondían, al igual que jamás gozó del tratamiento de reina.

La llegada de Fabiola de Bélgica

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El escándalo se pudo silenciar no solo con la ocultación de informaciones, de las llamadas o de los diarios del ex primer ministro. También, especialmente, por la entrada en escena de la reina Fabiola de Bélgica, de origen español, y que se convirtió en una royal muy querida por los belgas. Balduino se casó con Fabiola en 1960 y su amor ha perdurado hasta su muerte.