No es un secreto que la imagen de Kate Middleton (42 años) está en su peor momento. Un cúmulo de decisiones y despropósitos, según los expertos, que también ha salpicado a la Corona Británica. Y es que su silencio y los montajes fotográficos de la princesa de Gales en redes sociales han alimentado los rumores acerca de su estado de salud. Todo lo contrario que querían conseguir en la Familia Real y cuyos escándalos siempre han tratado de evitar. Quizás por ello estén buscando personal de comunicación que les ayude a gestionar este tipo de situaciones.
¿Cuál es la retribución por trabajar en la comunicación de la Corona Británica?
Tras las bajas de Kate y de Carlos III ha salido a la luz una oferta de trabajo, una que teniendo en cuenta el sueldo medio de Reino Unido está mal remunerada. El salario medio para vivir en Londres es de 57.000 libras esterlinas (66.000 euros) y ellos solo pagarán 25.000 (29.000 euros), lo que deja ver que el dinero que abonan es insuficiente para vivir allí.
Un empleo que estará cargado de responsabilidad. Según anuncian en la página web, buscan a alguien que "responda a las consultas diarias de los medios sobre una variedad de temas, incluido el trabajo de los miembros de la familia real. Deberá trabajar en las visita de Estado, un evento ceremonial o un compromiso real, se asegurará de que nuestras comunicaciones despierten constantemente el interés y lleguen a una variedad de audiencias".
Está previsto que el proceso se cierre antes del 7 de abril, por lo que confían en recibir currículums suficientes para encontrar a alguien con este perfil. Una persona que informe del estado de salud de la Familia Real, siempre y cuando el royal haya dado autorización. A pesar de que Kate ha preferido guardar silencio, Carlos III sí ha aportado información acerca de lo que le sucede, comunicados que podría elaborar el nuevo trabajador de la familia.
A este empleado no le quedará más remedio que bucear en las redes sociales para seguir de cerca todos los mensajes que hablan sobre la Corona Británica. Algunos de ellos positivos y otros no tanto. Sobre todo teniendo en cuenta la tormenta mediática que azota la Casa Real desde el pasado el mes de enero, fecha que ha marcado un antes y un después para ellos.
La crisis de comunicación del Palacio de Buckingham es una de más llamativas hasta la fecha. Uno de los mayores errores fue el retoque fotográfico de Kate en su última foto de redes sociales. Tal fue la repercusión que incluso agencias de todo el mundo retiraron la imagen, siendo la propia Kate Middleton la que confirmó su fallo y la que se vio obligada a pedir disculpas públicamente.
Las numerosas polémicas con las que lidian desde el departamento de comunicación
La esperada reaparición de Kate Middleton vio la luz en 'The Sun'. Tales fueron las dudas en la sociedad británica que incluso Palacio tuvo que salir del paso para confirmar que la mujer que aparecía en ellas era la princesa de Gales y no una doble como se había dicho. En ellas aparecía relajada, sonriente y visiblemente más delgada, tres aspectos muy repetidos durante estos días. También el hecho de que portara una bolsa con peso, a pesar de estar todavía convaleciente de su cirugía abdominal.
Unas semanas muy intensas en las que también han tenido que lidiar con otros escándalos como el del hospital. La clínica en la que Kate fue intervenida hace ya dos meses se podría enfrentar a una multa millonaria si se confirma que tres personas intentaron acceder a su historia clínico. Podrían ser sancionados a casi 20 millones de euros, eso sí, habrá que esperar a que finalice la investigación.
Carlos III y su informe médico ¿también en peligro?
La filtración de los datos médicos de Kate finalmente no se ha producido, al igual que los de Carlos III. El Rey de Inglaterra se operó allí del agrandamiento de próstata, además de ser diagnosticado de un cáncer por el cual se está tratando. Comenzó hace algún tiempo su tratamiento oncológico, un proceso que le ha obligado a rebajar al máximo su ritmo de trabajo. Según se explicó, la enfermedad había sido tratada a tiempo, por lo que tanto el soberano como su familia afrontaban el escenario con optimismo.
Ha seguido con su papel institucional, aunque en momentos puntuales ha sido sustituido por su pareja, Camilla, o por su hijo, el príncipe Guillermo.
(Noticia en elaboración)