Bien haría Felipe VI en decir aquello de 'fui fraile antes que cura' pero extrapolándolo a la Corona. Corría el año 1985 cuando protagonizó un día que ha pasado a la historia y que siempre que se acerca el 6 de enero es apropiado sacar a relucir. Un jovencísimo príncipe cursaba sus estudios militares en la Academia de Zaragoza cuando tuvo la genial ocurrencia de disfrazarse de Rey Mago. Un preludio de lo que años después acabaría sucediendo pero con el trono de España y no de Oriente.

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Eran las fiestas navideñas, en la víspera de Nochebuena y en vez de estar pendiente del discurso a los españoles como en la actualidad, Felipe sorprendió a todos disfrazándose del Rey Gaspar. Tenía 17 años y ya mostraba un sentido del humor digno de elogio. Fue José Antonio Alcina, que ejerció de tutor del príncipe, el que lo contó en su libro 'Felipe VI: La formación de un Rey'.

Aquel año la importancia de Felipe VI empezó a ser creciente y ya protagonizaba importantes eventos: había mantenido un encuentro con el sultán de Omán y se preparaba para la jura de la Constitución ante las Cortes Generales. Sin embargo, desde que heredó la Corona Española ha tenido que mantener una rectitud y protocolo lógicos que le impiden hacer este tipo de cosas.

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Seguro que ni a Leonor ni a Sofía les gustaría ver a su padre vestido de Rey Mago. Aunque ya conozcan la historia de los Reyes, siempre es algo que resta ilusión a los niños. El próximo día 6 de enero no veremos al Rey vestido como Gaspar, sino presidiendo una vez más la Pascua Militar en el Palacio Real, junto a doña Letizia y el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez.

No obstante, no es la primera vez que ejerce de Rey Mago. Hace dos años, SEMANA contó cómo acudía al Corte Inglés de Pozuelo de Alarcón (Madrid) para comprar una serie de regalos de cara al día de la Anunciación (25 marzo): tres puzzles 3D del Taj Mahal de la India, la catedral de Santiago de Compostela y la carabela Santa María de Cristóbal Colón, además del robot MIP y una mochila de viaje para doña Letizi