Ya se ha convertido en un mantra decir que no hay ninguna mujer de su generación que esté ta pefecta como Isabel Preysler. Nadie duda a la hora de decir que es la que mejor se conserva, la que luce una figura que ya quisieran para ellas jóvenes de 30 años o que es la más elegante con su estilo clásico, pero adaptado a cada momento... Pero nosotros hemos encontrado a una dura rival que supera sin despeinarse a la mítica filipina.

Es Carmen Posadas. La escritora no se prodiga en actos sociales, salvo alguna convocatoria literaria, pero cada vez que la volvemos a ver no podemos dejar de sorprendernos. Tiene 64 años, dos menos que Isabel, y mantiene un físico de impresión. Igual en su cara se ven algunas arrugas más (muy pocas) que en la de Isabel, pero eso lejos de restar, hace que parezca mucho más natural que la madre de Enrique Iglesias.

Y Carmen también recurre a tratamientos y algún pinchazo como ella misma ha reconocido: "Me encanta todo lo que puedes hacerte sin bisturí. Además, mantienes un aspecto lo más natural posible". Ella tiene tiene suerte porque tiene en casa a la especialista para hacerlo, es su hija, la doctora Sofía Ruiz del Cueto que codirige con la doctora Mar Mira, la Clínica de Medicina Estética Mira + Cueto. Es Sofía, que conoce perfectamente su rostro y su estilo, quien se encarga de dejar a su madre perfecta.

Las dos se parecen en su estilo. Ambas clásicas, pero Carmen siempre da a sus estilismos un punto más moderno con complementos exagerados con un punto étnico y alguna prenda que nos recuerda a sus raíces uruguayas. Lo que sí comparten las dos es un perfecto escote, con una clavícula marcada y unos brazos tonificados, que parecen imposibles para dos mujeres que han pasado los sesenta.

Carmen Posadas  e Isabel  Preysler coincidieron en el mismo ambiente a finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando la primera estaba casada con el entonces Gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y la segunda con Miguel Boyer. Pero nunca llegaron a hacerse íntimas, porque Carmen, que ya había empezado su carrera como escritora, no se encontraba a gusto en ese círculo de esposas de la llamada beautiful people.

Espléndida madurez

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Nadie duda a la hora de decir que Isabel Preysler es la que mejor se conserva, la que luce una figura que ya quisieran para ellas jóvenes de 30 años o que es la más elegante con su estilo clásico... Pero hemos encontrado a una dura rival que la supera sin despeinarse y se llama Carmen Posadas. 

La genética

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Solo les separan dos años, Isabel tiene 66 y Carmen 64, pero esa mínima diferencia no es el motivo por el que decantamos la balanza a favor de la escritora, su mayor naturalidad es la clave. La escritora uruguaya tiene que agradecerle mucho a una genética privilegiada (algo que hay que reconocer que también tiene Isabel), aunque ella siempre ha declarado que fue una niña con complejos que se sentía el patito feo de la familia, ante una madre y unas hermanas rubias y de ojos verdes. Su estructura ósea, que no se puede operar, es espectacular y con ella su porte elegante y distinguido.

Su hija

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Carmen nunca ha renegado de los retoques. Tiene una hija médico, especialista en estética, Sofía Ruiz del Cueto, que codirige con la doctora Mar Mira, la Clínica de Medicina Estética Mira + Cueto. Ella conoce perfectamente su rostro y su estilo y se encarga de dejar a su madre perfecta.
Los que sí cimparten Carmen e Isabel es un perfecto escote, con una clavícula marcada y unos brazos tonificados, que parecen imposibles para dos mujeres que han pasado los sesenta.

Retoques

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No tiene inconveniente en reconocer que se somente a tratamientos estéticos. El primero rellenarse el rictus a los 35, aumque ya a los 16 se había hecho una rinoplastia. "Me encanta la cantidad de recauchutados que pueden hacerse sin bisturí y, además, consigues mantener un aspcto de lo más natural", ha declarado.

Tratamientos

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Ella no quiere modificar su rostro, ni cambios drásticos. Por ello su hija le aplica fundamentalmente tratamientos preventivos, como las vitaminas, que ayudan a nutrir, hidratar y dar luminosidad a su rostro, para mantener la piel joven.

Estilo Clásico

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También las dos se parecen en su estilo. Ambas clásicas, pero Carmen siempre da a sus estilismos un punto más moderno con complementos exagerados con un punto étnico y alguna prenda que nos recuerda a sus raíces uruguayas

Luciendo piernas

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Igual en su cara se ven algunas arrugas más (muy pocas) que en la de Isabel, pero eso lejos de restar, hace que parezca mucho más natural que la madre de Enrique Iglesias. Pero las dos sí pueden llevar todavía sin problemas faldas cortas, sus piernas, y especialmente esa zona tan delicada a partir de cierta edad que es las rodillas, continúan estando perfectas.

Vida social

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La escritora no se prodiga en actos sociales, salvo alguna convocatoria literaria como la entrega de los Premios Planeta, certamen del que es jurado, o l la presentación de sus propios libros, el último, La hija de Cayetana, lo publicó el año pasado, pero cada vez que la volvemos a ver no podemos dejar de sorprendernos.

Juntas en los ochenta

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Carmen Posadas  e Isabel  Preysler coincidieron en el mismo ambiente a finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando la primera estaba casada con el entonces Gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y la segunda con Miguel Boyer. Pero nunca llegaron a hacerse íntimas, porque Carmen, que ya había empezado su carrera como escritora, no se encontraba a gusto en ese círculo de esposas de la llamada beautiful people.