Las farmacias se han convertido en un auténtico templo de la belleza donde buscamos recibir asesoramiento personal y productos seguros a un precio razonable. ¿Eres de las que todavía tienes dudas? Sigue leyendo, hablamos con la farmacéutica Esther Sansi  (Sansi Farma) y te damos 7 razones para convencerte y hacerte clienta vip de por vida.

1- Cuentan con una gran experiencia

Acerca del tipo de piel y los principios activos que mejor se adaptan a cada uno. La experiencia les ayuda a los farmacéuticos a identificarla rápidamente al observar los signos que muestra a primera vista. Cada piel es diferente y como es un organismo vivo varía estacionalmente. En una farmacia detectan rápidamente el problema y lo solventan, ya que conocen las reacciones metabólicas que influyen en la piel.

2- Conocen bien los activos

Pero, también, las concentraciones adecuadas para cada tipo de piel, ya que el farmacéutico posee conocimientos sobre química y anatomía respecto a la estructura de la piel: epidermis, dermis e hipodermis (las 3 capas de la piel), las interacciones entre las sustancias, ya sean tópicas entre sí o bien sustancias químicas y la influencia de medicamentos que se toman, como anticonceptivos o antibióticos, que pueden provocar manchas u otras reacciones. Los farmacéuticos no venden, prescriben tratamientos y se responsabilizan de los resultados, teniendo en cuenta todos los factores y observando la piel como un global.

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3- Aconsejan sobre las rutinas de aplicación

En la farmacia te dirán cómo deben ser rutinas de cuidado, tanto facial como corporal. Además, las simplifican según el estilo de vida que tengas. Enseñan también a aplicar la crema, aunque parezca algo obvio, pues no es solo repartir y ya está. Es importante realizar los movimientos adecuados para activar los puntos faciales a tratar correctamente, por ejemplo, al músculo en el caso de ejercer efecto firmeza. Además, dan consejos para hacer gimnasia facial en tan solo el gesto de limpiar o poner crema o suero.

4- Siguen controles estrictos

Los productos que se venden en farmacia tienen que pasar unos controles muy exigentes, exhaustivos y rigurosos, y suelen ser de una gran calidad. Incluso incorporan ensayos y, por tanto, están testados dermatológicamente y con la garantía de un registro sanitario según la legislación vigente. En caso de otros establecimientos a veces la exigencia puede ser bastante menor.

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5- Tienen estrictos parámetros

Las fórmulas farmacéuticas están sometidas a estrictos parámetros de la industria y ofrecen una garantía necesaria. Además, la gran mayoría son firmas que llevan muchos años en el mercado investigando e innovando y se han ganado el reconocimiento de calidad.

6- Cuentan con etiquetas claras y seguras

La lista de ingredientes de cosmética farmacéutica es más clara y sencilla de leer y, como consecuencia, es más es fácil evitar reacciones de la piel cuando existen intolerancias a ciertos componentes o simplemente sensibilidad a ellos.

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7- Priorizan la protección solar

La mayoría de los cosméticos de farmacia llevan SPF incorporada tanto UVA como UVB, lo cual nos ayuda a prevenir futuros problemas como manchas, quemaduras y signos de fotoenvejecimiento. Hay que recordar que el daño solar en nuestra piel es acumulativo y es de máxima importancia para la salud de nuestra piel velar por esta protección cada día, sin excusas.