Desde que decidieron huir de los focos a EEUU, la pareja vive una vida tranquila en California junto a sus dos hijos, Archie y Lilibeth Diana (Lili), en una mansión de ensueño que cuenta con grandes jardines, pista de tenis, sala de juegos, piscina y vinoteca. Nos colamos en la lujosa casa de los duques de Sussex valorada en 14 millones de dólares.
Una casa de verdadero lujo
La mansión de Meghan Markle y el príncipe Harry cuenta con 1.734 m², además de una grandísima zona de vegetación alrededor de la casa. Cuenta con piscina, 9 habitaciones y 16 cuartos de baño.
Se ubica en una zona privilegiada de Santa Bárbara llamada Montecito. Un lugar exclusivo con residencias espectaculares entre las que también se encuentra la casa de Gwyneth Paltrow.
La entrada a la cada es muy amplia y abierta, con grandes cristaleras que dejan pasar la luz natural que baña toda la casa. El suelo de piedra contrasta con los techos de madera con vigas vistas.
En el recibidor hay una decoración sobria pero con encanto. Una mesa redonda de madera con flores, y una alfombra que, junto a la descalzadora en piel blanca de diseño, rompe con el estilo antiguo de la lámpara de araña y la mesa. Una mezcla perfecta entre lo rústico y los toques más modernos.
Espacios para estar en familia
El salón es muy clásico. Vemos también dos lámparas de araña, un piano de cola, la disposición de los 3 sofás en forma de U, una butaca, chimenea, lámparas de pie ribeteadas y cortinas granate con motivos florales para preservar la privacidad del ambiente. Atención al cuidadísimo suelo de madera que luce en el salón de Meghan y Harry.
Realmente el mobiliario y los detalles del salón eran bastante señoriales, clásicos y sobrios, así que los duques han ido haciendo algunos cambios que hemos podido ver en el documental sobre la pareja en Netflix. En él podíamos ver las modificaciones en el salón, el cambio de algunos detalles y el lugar que reserva la familia al árbol de Navidad.
Meghan adora las fibras naturales así que sustituyó la alfombra clásica del salón y, además, añadió pufs a juego, un detalle que aporta mucha calidez al hogar de los duques.
En el comedor se repite la apuesta por el mármol para revestir la chimenea. Es un comedor lo suficientemente grande como para hacer cenas familiares sin grandes celebraciones con multitudes. Es muy acogedor y da al exterior por lo que es muy agradable para comer o cenar casi como si estuvieras al aire libre. La decoración inicial es muy similar en todas las estancias: lámparas de araña, muebles de madera, alfombras y cortinas con motivos. El comedor cuenta, además, con una gran vitrina donde suponemos que la pareja guarda parta de su vajilla.
Una cocina de ensueño
La cocina de la mansión nos ha enamorado. Combina la piedra con la madera y el mármol logrando un efecto rústico encantador. Un gran horno de piedra, azulejos en color azul y blanco al puro estilo portugués, grifos en color cobre y, dos islas enormes y una zona de comedor con vistas al mar y zona de estar, hacen de la cocina el lugar perfecto para comidas informales sin necesidad de montar el comedor grande. Es perfecta para desayunar o tomar el té de las 17:00 (si es que los duques siguen tomándolo).
En la cocina pasa mucho tiempo la familia porque es un espacio de lo más cómodo. Hemos podido ver al pequeño Archie en el documental haciendo pasteles con la sobrina de Meghan, Ashleigh Hale.
Biblioteca y despacho
La biblioteca también hace las veces de zona de juegos. Es una estancia confortable y que invita al descanso y el disfrute. Cuenta con una chimenea de piedra, dos sofás, mesa para juegos, un escritorio y una gran estantería de madera que alberga muchos libros. Un lugar perfecto para pasar una tarde de invierno leyendo al calor de la chimenea y el crepitar de las llamas.
La chimenea tampoco falta en el despacho de Meghan Markle que cuenta con una mesa de madera, butacas de piel y librerías. Un lugar donde la duquesa se concentra en sus quehaceres diarios.
Dormitorios señoriales
Esta habitación de matrimonio parece sacada de una novela victoriana. Los muebles ornamentados, los estampados florales, los tejidos lujosos, las cortinas con borlas… una decoración afrancesada que viste una estancia bastante amplia y con terraza en la que, si los duques la han elegido como su dormitorio, seguro que pasan ratos charlando y leyendo disfrutando del aire libre.
En otro dormitorio de los 9 de la mansión también vemos que está dotado con chimenea y con ventanales, un escritorio y un banquito a pie de ventana perfecto para disfrutar de las vistas y relajarse.
Lo que sí hemos podido ver en el documental de Netflix es como los duques tenían en su momento la cuna del pequeño Archie en su habitación y que su cama tiene cabecero de madera y pilares de dosel. Una decoración mucho más simple y austera de la que tenía originalmente la casa.
No tenemos claro si este cuarto lo está usando la pequeña Lili pero es de auténtica princesa, no podemos olvidar sus orígenes royal. La estructura de la cama es un castillo de cuento de hadas con una escalera que da a un altillo con zona de juegos. La habitación cuenta con un balcón con vistas a los jardines de la casa.
Detalles que marcan la diferencia
Está claro que en esta casa hay chimeneas en cada estancia ¡hasta en el baño!. Este es uno de los 16 cuartos de baño de la mansión de los duques y tiene el mármol como protagonista. Una bañera encastrada con vistas al jardín y una amplia zona de lavabo y tocador. ¡Un lujo!
La mansión tiene un porche abierto con ventanales para poder cerrarlo. Tiene un aire colonial muy acogedor y está revestido de madera. Además, cuenta con vistas al lago artificial. ¡Nos encanta este espacio!
Una casa de este tamaño no podía no contar con una sala de cine. Una estancia muy cómoda, con una gran pantalla y con sofás para que toda la familia (y sus invitados) puedan acomodarse para ver una película y pasar una tarde fantástica sin salir de casa.
Los extras que aportan valor
¿Quién no querría tener una sala de juegos en casa? Meghan y Harry tienen mesa de billar, barra de bar, máquinas recreativas e incluso una máquina de hacer palomitas, perfecta para las tardes de cine. Mesa de poder y una jukebox hacen que a esta sala de juegos no le falte de nada.
La vinoteca privada de la mansión de los duques de Sussex será la envidia de los amantes del vino. Toda revestida en piedra y con una gran capacidad para almacenar botellas, además de una mesa para poder degustar, elegir y probar los caldos más exclusivos.
Tener el gym en casa es la mejor opción para quienes se quieren cuidar pero en la intimidad. De esta manera, Meghan y Harry pueden ponerse en forma sin salir de su propiedad. Su sala de gimnasio tiene lo necesario para entrenar: espalderas, pesas, máquinas…
Piscina y barbacoa
Cuando hace buen tiempo, Harry y Meghan tienen la posibilidad de hacer barbacoas familiares y con amigos en su terraza con barbacoa después de darse un chapuzón en su preciosa piscina privada.
¿Un gallinero en casa? Pues sí, los duques de Sussex tienen tantísimo terreno en su finca de Montecito que tienen huerto y un gallinero para poder comer huevos frescos. Ellos se encargan de cuidarlo y de enseñar a sus hijos e inculcarles el amor por la naturaleza.
La mansión de Harry y Meghan en California es un auténtico sueño.