La presidenta del Grupo Inditex, Marta Ortega, vuelve a hacer gala de su buen (y carísimo) gusto. Su casa en una exclusiva zona del centro de Madrid, cuenta con todos los detalles con lo que podríamos soñar: mucha luz, gran amplitud, un precioso patio interior, diseño exclusivo y un lujoso spa.
Una ubicación estratégica en una zona exclusiva de la capital
Muy cerca de Colón y el Paseo de Recoletos, en la calle General Castaños del céntrico y señorial barrio de Justicia de Madrid, está ubicada la vivienda de Marta Ortega. Nada más ver su fachada neoclásica podemos darnos cuenta del encanto y solera de la propiedad a la que Marta ha dotado de un interior muy moderno y funcional que contrasta con su histórico exterior.
La vivienda está situada a un paso de la calle Serrano y del Parque del Retiro. Un lugar estratégico que cuenta con buenísimas comunicaciones y servicios, además de ser una zona tranquila.
La amplia entrada al edificio donde se encuentra la casa de Marta Ortega cuenta con techos altos, que era lo que se estilaba antiguamente en la capital, buenos acabados y los mejores materiales.
El patio interior de la finca puede recordarnos a algunos edificios parisinos. Un suelo marmolado en zig zag y mucha vegetación hacen de este espacio un lugar de lo más acogedor y coqueto que, además, permite acceder con el vehículo lo que asegura la privacidad.
Un espacio donde el estilo y la vanguardia se dan de la mano
Al entrar en la casa de Marta Ortega lo que primero llama la atención es la luminosidad de la vivienda. Podemos encontrar enormes ventanales desde el suelo hasta el techo que inundan las estancias de luz natural haciendo aportando al espacio confort y vitalidad.
Los techos tienen 3 metros por lo que la amplitud y la luminosidad son increíbles. Los suelos de madera bañados por el sol crean una atmósfera cozy de gran calidez que nos ha enamorado y que aportan elegancia y estilo.
En el salón podemos ver paredes y puertas blancas, una gran librería y una apuesta por jugar con tonos grises, crudos y blancos. Materiales como cristal, madera, cristal, tejidos nobles y metal salpican una estancia nada sobrecargada que es perfecta para albergar un buen número de invitados y donde no faltan puntos de luz artificial para iluminarla cuando cae la tarde.
Marta ha decidido separar espacios utilizando puertas correderas de cristal con marcos negros que dotan a la casa de personalidad y diseño y que contrastan con las contraventanas de madera, el suelo y el color gris claro de las paredes.
La cocina es minimalista y con un diseño vanguardista. Cuenta con una isla en blanco con vetas grises. Las molduras en el techo le dan un aire vintage mientras que el mobiliario panelado donde solo podemos adivinar dónde están los hornos, le da el toque moderno como contrapunto.
Espacios abiertos y acogedores
El vestidor de Marta Ortega es elegante y sobrio. Hay continuidad entre las demás estancias de la casa y cuenta con suelo de madera y un bonito descalzado de cuero marrón con cojines. Armarios altos y bien iluminados, un espejo y puntos de luz, hacen de este rincón de la casa un espacio de lo más acogedor y práctico. Siendo madre de 3 hijos no nos extraña que se decante por la funcionalidad.
El baño es un espacio funcional donde la luz vuelve a jugar un papel fundamental. Espejos amplios, lavabo doble con mucha luz y con un diseño similar al resto de la casa. Grises, cromados negros y madera. La hija de Amancio Ortega ha querido que la casa sea un oasis de paz y tranquilidad sin sobresaltos, estridencias, ni ruido visual, por eso toda la casa tiene una decoración similar.
La zona wellness que todos deseamos
La lujosa vivienda de Marta Ortega tiene más secretos. El edificio cuenta con un precioso spa con paredes de ladrillo envejecido y luz led que hace la experiencia mucho más especial.
Marta tiene dos plazas de aparcamiento, algo que en Madrid es un lujo, y servicio de seguridad las 24 horas del día. Además, en las zonas comunes del edificio hay un gimnasio. Teniendo en cuenta que solo hay 11 propietarios en la finca seguramente habrá poca afluencia y se podrá utilizar con toda comodidad.
Una vivienda que es todo un sueño, en la que el arte moderno y pinceladas clásicas se unen para conformar un lugar idílico que invita a la serenidad y el descanso. Todo un lujo y un oasis de calma en el corazón de Madrid.