El 2024 no ha empezado de la mejor manera para la Familia Real británica. Algunos de sus miembros más destacados han sufrido durísimos varapalos en lo que a salud se refiere por los que han hecho saltar las alarmas. Sarah Ferguson, Kate Middleton o incluso el Rey Carlos han sido los peores parados de un año que no apunta a ser en absoluto sencillo para ellos.

Reyes de Inglaterra.

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El Rey Carlos y Kate Middleton en un evento

El Rey Carlos hablando con Kate Middleton en un evento público.

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Kate Middleton, ingresada en el hospital

Kate Middleton fue la primera royal británica en dar pistoletazo salida a este ‘annus horribilis’ en toda regla. El pasado 17 de enero, la Princesa de Gales se convertía en la gran protagonista del día al darse a conocer su ingreso hospitalario a consecuencia de una cirugía abdominal. Una intervención de la que se hacía eco el Palacio de Kensington y por la que la esposa del Príncipe Guillermo tendrá que permanecer en el centro médico en cuestión entre 10 y 14 días. 

Aunque en el comunicado en cuestión no se revelaron más detalles sobre la intervención, Pilar Vidal añadía en ‘Espejo Público’ que Kate había sido operada de una “histerectomía”. Se trata de una cirugía que tiene como objetivo extirpar el aparato reproductor femenino, es decir, el útero y el cuello uterino; y en ocasiones incluso los ovarios y las trompas de Falopio. Una drástica decisión que podría venir motivada por el sangrado menstrual doloroso y abundante, displasia cervical, endometriosis, prolapso uterino u otras opciones. 

Sarah Ferguson en una entrevista

Sarah Ferguson en una entrevista navideña.

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Por ahora, se desconoce cuál es la razón por la que la cuñada del Príncipe Harry permanecerá tanto tiempo ingresada. Lo que sí se sabe es que ha cancelado todos y cada uno de sus compromisos profesionales hasta Semana Santa para permanecer en reposo hasta que los profesionales médicos consideren lo contrario.

El Rey Carlos, operado de un tumor en la próstata

Tan solo unas horas después, el Rey Carlos cogía su testigo. El Palacio de Buckingham enviaba otro comunicado en el que revelaba que, en los próximos días, el soberano británico tendría que pasar por quirófano. ¿El motivo? Un tumor en la próstata: “Como miles de hombres cada año, el Rey necesita someterse a un tratamiento por un agrandamiento de la próstata. La condición de Su Majestad es buena y acudirá al hospital la próxima semana para una intervención correctiva”, indicaba el escrito.

Dadas las circunstancias, en los últimos días la Reina Camilla ha cogido el testigo del monarca, que permanecerá en reposo durante un periodo de tiempo indefinido que desde Casa Real esperan que sea “breve”. Aún así, llama especialmente la atención que el hijo de la Reina Isabel haya sido tan explícito a la hora de exponer su problema. Según ‘Daily Mail’, esto se debe a que su objetivo es el de animar a otros hombres que se encuentran en una situación similar a que se pongan en manos de médicos para prevenir enfermedades.

La peor parada del clan Windsor: Sarah Ferguson

Pero, sin duda alguna, quien se ha llevado la peor parte ha sido Sarah Ferguson. Esta misma semana se daba a conocer que la exmujer del Príncipe Andrés era diagnosticada con un cáncer de piel agresivo tan solo seis meses después de una operación de cáncer de mama. ‘The Sun’ aseguraba que los médicos le han extirpado un lunar en el cuerpo que resultó ser un melanoma maligno, la forma más grave de cáncer de piel.

Aún así, la duquesa de York se tomó este difícil revés con la mayor filosofía posible. Ella misma tomó la palabra en un escrito para agradecer a los profesionales pertinentes su rápida intervención y admitir que está “de buen humor y agradecida por los mensajes de amor y apoyo”. Pero lo cierto es que tanto en el Reino Unido como en el resto de países del continente europeo todas las miradas están puestas sobre ella y su evolución.