La princesa Diana de Gales era una gran amante de la gastronomía, aunque según parece una cocinera pésima, tanto que el que fue su cocinero personal, Darren McGrady, ha desvelado que un fin de semana que él no estaba la princesa invitó a una amiga a comer e intentó hacer pasta y acabaron viniendo los bomberos. Gracias a él podemos conocer cuáles eran algunos de sus alimentos y recetas preferidos, como esta fruta poco frecuente en España.
El cocinero privado de la princesa de Gales
Lady Diana Spencer, la princesa de Gales madre de William y Harry, perdió la vida en un accidente de tráfico en París en 1997 a la edad de 36 años, mientras huía de los paparazzi junto a su pareja Dodi Al-Fayed, que también falleció en el siniestro. Fue una de las figuras más queridas de la Casa Real británica.
Darren McGrady fue cocinero real para la reina Isabel II y su esposo Felipe, príncipe de Edimburgo, para la princesa Diana, el príncipe Carlos (ahora Carlos III), el príncipe William y el príncipe Harry, durante 15 años. Viajaba con la familia real entre el Castillo de Windsor, la Casa de Sandringham y el Castillo de Balmoral desde 1982. En 1993 se convirtió en el chef personal de la princesa Diana y sus hijos hasta su muerte.
La princesa tuvo algunos altibajos en su relación con la alimentación ya que padeció bulimia, un trastorno alimenticio del que ella misma habló públicamente ayudando así a otras personas a afrontarlo con éxito. Sin embargo pudo superarlo y abrazar un estilo de vida saludable donde el ejercicio estaba muy presente y también la comida sana sin privarse de recetas deliciosas como los pimientos rellenos, el pudding de pan o los huevos suzette, pero según explica su cocinero personal en su canal de Youtube, sentía debilidad por los lichis y los comía como snack siempre que podía, los adoraba.
Una bomba antioxidante muy saludable
Los lichis, esas pequeñas joyas de la naturaleza, son mucho más que una fruta exótica con un sabor dulce y un aroma que evoca a las rosas. Estas delicias tropicales, envueltas en una piel rojiza y escamosa, esconden en su pulpa blanca una fuente de salud y bienestar.
¿Por qué le gustaban tanto a la princesa Diana? Son muy dulces y la princesa era golosa, pero además son extremadamente saludables y eran el alimento perfecto para incluir en la dieta saludable que llevaba.
Son una excelente fuente de vitamina C, un poderoso antioxidante que juega un papel vital en la protección del cuerpo contra el daño oxidativo causado por los radicales libres. Esta vitamina es esencial para el mantenimiento de un sistema inmunológico fuerte, ayudando a prevenir infecciones y enfermedades.
Además, los lichis contienen oligonol, un compuesto fenólico que ha demostrado tener efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes y el cáncer.
Un snack saludable digno de la realeza
Los lichis no solo deleitan el paladar, sino que también cuidan el corazón. Son ricos en flavonoides y antocianinas, compuestos que han demostrado tener efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular. Estos antioxidantes ayudan a reducir la inflamación y a mejorar la circulación sanguínea, lo que puede disminuir el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas. El potasio, un mineral presente en los lichis, contribuye a la regulación de la presión arterial y al correcto funcionamiento del corazón.
El alto contenido de vitamina C en los lichis no solo beneficia el sistema inmunológico, sino que también es crucial para la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel firme y elástica. Consumir lichis regularmente puede ayudar a mantener una piel saludable y retrasar los signos del envejecimiento.
Grandes aliados en la pérdida de peso
A pesar de su dulzura natural, los lichis pueden ser un gran aliado en la lucha contra la obesidad. Su bajo contenido calórico y su alta proporción de agua los hacen ideales para incluir en dietas de control de peso. Además, la fibra dietética que contienen ayuda a promover la sensación de saciedad, reduciendo así el consumo de alimentos y facilitando la pérdida de peso. La cianidina, un tipo de antocianina que les da su color característico, también ha sido asociada con la reducción de la acumulación de grasa.
Pueden tener un efecto positivo en la digestión debido a su contenido en fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento. Además, se cree que los compuestos fenólicos y las fibras en los lichis pueden apoyar la desintoxicación del cuerpo y la eliminación de toxinas. Razón de más para incluirlos en la dieta si buscas eliminar algún kilito de más.
Una fruta exótica repleta de nutrientes
Más allá de su sabor y beneficios antioxidantes, los lichis son una fuente de nutrientes esenciales. Contienen una variedad de vitaminas del complejo B, como la niacina, la riboflavina y el folato, que son fundamentales para el metabolismo energético y la producción de células sanguíneas.
Los minerales como el cobre y el fósforo presentes en los lichis contribuyen a la salud ósea y al mantenimiento de tejidos y órganos. Algunos estudios sugieren que los antioxidantes en los lichis, como la vitamina C y los polifenoles, pueden tener efectos neuroprotectores. Estos compuestos podrían ayudar a mejorar la función cognitiva y a prevenir enfermedades neurodegenerativas.
Son un excelente snack para quienes llevan un estilo de vida activo, por eso eran ideales para la princesa de Gales que cada día iba al gimnasio muy temprano. Su contenido en carbohidratos y agua los hace una buena opción para reponer energías y mantener la hidratación durante y después del ejercicio.
Los lichis son mucho más que una fruta exótica con un sabor único, son una fuente de salud y bienestar que puede enriquecer nuestra dieta de múltiples maneras y no nos extraña nada que la princesa tuviera debilidad por ellos.