Pese a haber sufrido una fractura de falange, la Reina Letizia no ha descuidado su agenda oficial ni un segundo. La esposa de Felipe VI continúa haciendo frente a los quehaceres monárquicos que le corresponden como de costumbre, aunque eso sí, haciendo uso de sus zapatillas de confianza. Sin embargo, se esperaba que, en los próximos días, la consorte tuviera un respiro con el que poder poner en reposo sus pies. Algo que finalmente será posible. Y es que, aunque Casa Real hacía público un cambio de planes que podría trastocar por completo su recuperación, finalmente lo ha declinado.
El repentino plan que ponía en jaque el descanso de doña Letizia tras su lesión
Aunque no estaba previsto que el viernes los Reyes tuvieran ningún compromiso, en las últimas horas tenía lugar un giro de los acontecimientos. Don Felipe y doña Letizia tendrían que inaugurar el próximo 17 de mayo con un encuentro con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en el Palacio Real de Madrid. Además, más tarde estaba previsto un almuerzo en el que podrían intercambiar posturas, sobre todo teniendo en cuenta la guerra del país con Rusia.
Pero lo cierto es que esta cita finalmente no se celebrará. Ha sido el propio Zelenskyy quien ha cancelado ambos actos dados los problemas de seguridad que existen en Ucrania y que se han intensificado en los últimos días. Fuentes diplomáticas han indicado que el país vive una situación de lo más compleja ante la ofensiva rusa tras dos años de guerra ininterrumpida, razón por la que el presidente ha optado por volver a su tierra natal.
De esta manera, sí que podrá tener lugar el descanso que doña Letizia esperaba, pues se ha liberado de su cita más repentina. El encuentro con el presidente ucraniano se trataba de un acto de gran magnitud dentro del marco internacional. Ahora, la consorte podrá darse un respiro sin la crítica mirada de personas de todos los rincones del planeta.
Son nada más y nada menos que tres actos oficiales a los que tendría que haber acudido la consorte en esta última semana, que finalmente se reducen a dos. Pondrá el broche de oro con su presencia en el estadio de La Romareda en Zaragoza, con motivo de la final de la Copa de Su Majestad la Reina de Fútbol. El FC Barcelona y la Real Sociedad se verán las caras bajo la atenta mirada de la esposa del Rey Felipe, que quizá podría aprovechar su visita para ver a la Princesa Leonor. Sin embargo, de este posible segundo plan aún se desconocen detalles, y quizá la Reina simplemente se ciña a sus quehaceres y deje el reencuentro familiar para otro momento.
La consorte intenta quitar importancia a su fractura y continúa con su agenda con normalidad
Sea como fuere, si algo está claro es que doña Letizia no ha parado desde que tuvo lugar su fractura de falange en el pie derecho. Algo a lo que ella misma intentaba quitar importancia, aunque es evidente que no le deja llevar a cabo sus quehaceres con total normalidad (ni mucho menos con tacones): “Una mala suerte, pero esto se cura. No sabía lo que me pasaba hasta que me hicieron la radiografía”, contaba a unos periodistas durante su asistencia al Teatro Real, hace poco más de una semana.
Un golpe contra una mesa fue lo que provocó un grandísimo dolor a la Reina del que todavía se lamenta. Dada la gravedad de los daños, la madre de la Princesa Leonor se sometió a varias pruebas que corroboraron su lesión, aunque nada tienen que ver con el neuroma de Morton que padece y que ya dificultaba sus movimientos. De momento, el único tratamiento al que se somete la consorte es al de aplicar durante varios días hielo en su pie. El descanso no está siendo posible, aunque sí que ha optado por dejar a un lado sus zapatos de costumbre para recurrir a las zapatillas, que le otorgan un mayor confort.
Pese a que Letizia no se ha cogido la baja, todo apunta a que su evolución es favorable y que, quizá muy pronto, pueda volver a subirse a unos tacones. Para la consorte la salud es lo primero y, a buen seguro, hasta que los profesionales médicos no lo consideren oportuno, seguirá haciendo uso de sneakers.
El comienzo exacto del malestar de la Reina Letizia
La preocupación por la Reina comenzó durante su viaje de Estado a Países Bajos. En el tradicional besamanos, tanto los Reyes de Holanda como Felipe VI atendieron a los invitados de pie. Por su parte, doña Letizia lo hizo sentada. Dado el calibre del evento, la consorte hizo saltar las alarmas y creó la máxima expectación sobre cuáles habían sido los motivos que le habían llevado a permanecer en un pequeño taburete.
Según podía saber SEMANA por fuentes de Casa Real, la esposa del Rey Felipe tiene desaconsejado estar “tanto tiempo firme en posición estática” debido a “la dolencia de los pies” que padece. Un malestar que ahora ha ido a más con la lesión de falange, y que puede provocar que Letizia reduzca su agenda de cara al futuro para evitar que los daños sean mayores e irreversibles. Algo que posiblemente conseguirá, pues cuenta con el mejor equipo de profesionales posible para hacer que la dolencia sea mínima.