Tita Thyssen cumple 80 años: una vida marcada por la pasión y la polémica

Hay pocas mujeres tan libres como Tita Thyssen (o Carmen Cervera, su verdadero nombre). Ella dijo una vez que el dinero le daba eso, libertad, y también confesaba que nunca le había importado el qué dirán. “Una es como es y no te puedes estar preocupando de lo que dirá la gente. Si no te comprenden, pues lo siento mucho, no se puede contentar a todos”, dice. Y ahora, al cumplir 80 años y echar la vista atrás, la baronesa Thyssen puede presumir de ser la mujer que siempre quiso ser: empresaria, madre, coleccionista de arte, filántropa, abuela...

Coincidiendo con sus ocho décadas de vida, SEMANA publica el libro ‘Tita Thyssen. Una vida entre la pasión y la ambición’, escrito por la periodista Yolanda Aguilar, con imágenes exclusivas del archivo histórico de nuestra revista y ya a la venta en los kioskos. Un libro que repasa su vida, absolutamente fascinante y que, como dice la autora, “transita entre la realidad y la fantasía en muchas ocasiones”.

Desde que con solo 18 años se convirtió en Miss España (en la foto aparece con un vestido que le prestó su madre y una corona de plástico), Tita fue labrándose un destino que la ha convertido en una de las protagonistas de la vida social y cultural española. Pero su fama llegó también fuera de nuestras fronteras, primero al casarse con una estrella de Hollywood, y más tarde por su matrimonio con el barón Thyssen.

Una niña rebelde con mucho carácter

María del Carmen Cervera Fernández de Guerra nació en Barcelona el 23 de abril de 1943. Era la tercera hija de Carmen Fernández de Guerra y el ingeniero industrial Enrique Cervera Anfruns. Sus padres se separaron cuando tenía cinco años y ella y su hermano Guillermo se fueron a vivir con su madre. Gloria, la primogénita, había muerto cuando solo era un bebé de dos meses.

Pese a todo, Tita creció sin que le faltase de nada, aunque era una niña un poco caprichosa y le gustaba salirse con la suya, como cuando a los 14 años se enamoró de un joven de 24 y su madre, preocupada, la mandó a estudiar fuera de Barcelona para que se le “quitara la tontería”. Antes había pasado por el Liceo Francés, un colegio americano y un internado de Londres, con lo que, a los 18 años, en noviembre de 1961, cuando representó a España en Miss Mundo, quedando tercera, hablaba francés e inglés y soñaba con ser actriz y triunfar en Hollywood.

El primer marido de Tita Thyssen: el actor estadounidense Lex Baker

Y lo hubiera conseguido, si en su camino no se hubiera cruzado el amor. Porque en la víspera de la Navidad de 1963 cuando volaba de Roma a Ginebra con su madre, coincidió en el avión con Lex Barker, su actor favorito. Tita se armó de valor (azuzada por su madre) y se acercó al actor para que le firmara un autógrafo. A cambió, él le pidió su teléfono. Lex era 23 años mayor que ella, acababa de perder a su cuarta esposa y quedó prendado de la guapa españolita. Se casaron el 6 de marzo de 1965, en una boda civil en Ginebra. Allí el actor tenía una casa, otra en Roma, en Los Ángeles, y poco después construyó para su mujer en la Costa Brava la preciosa Mas Mañana.

Tita fue feliz una temporada, pero Lex era un hombre celoso, no quería que ella trabajara y tampoco quería hijos porque ya tenía tres de sus otros matrimonios, así que en 1972 la pareja ya vivía separada. Pese a todo seguían legalmente casados cuando Lex falleció de un ataque al corazón en Nueva York, en plena calle, en mayo de 1973. Tenía 54 años. Y ella, con 30, acababa de quedarse viuda.

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