La dulce espera de Ana Boyer y Fernando Verdasco está llegando a su final y no ha sido hasta ahora cuando hemos podido ver a la hija de Isabel Preysler lucir tripita de embarazada. La feliz pareja está a punto de convertirse en papás de nuevo: Su tercer hijo, que ya han desvelado que también será un niño, llega en pocas semanas y con su llegada aumentarán la bonita familia de cuatro que han formado. Su primer hijo, Miguel, vino al mundo el 26 de marzo de 2019, mientras que el segundo, Mateo, nació el 21 de diciembre de 2020. Ahora serán familia numerosa y los peques ya están deseando recibir a su nuevo compañero de aventuras.
Ana ha querido compartir, con sus más de 300.000 seguidores en la red, cómo está llevando este tercer embarazo y cómo crece su pequeñín, y ha dejado a todos anonadados con su barriguita. "Recta final", escribe en su publicación junto a una imagen en la que luce una pequeña tripita que no parece esté a punto de dar a luz. Sus seguidores han flipado, pero no han tardado en recordarle que está "estupenda", "guapísima" y que el embarazo "le sienta fenomenal".
Ana luce embarazo con un 'outfit' de lo más cómodo con un pantalón de maternidad, una camiseta básica y una rebeca amarilla. No faltan los zapatos cómodos.
El nombre de su tercer hijo
Durante su paso por 'Bake Off: Famosos al horno', Ana Boyer bromeaba con sus compañeros: "Como lo que voy a tener es un niño y todavía no tiene nombre, estoy hoy tan bien con Pablo y con Patxi que igual lo llamo Pablo Patxi". Evidentemente, no se trataba más que de una broma, pero la idea entusiasmaba a Pablo Puyol, que no dudaba en insistirle: "Ana, ¿le pondrás Pablo al niño, no?", le pedía el actor a su compañera. Boyer, sin titubear, afirmaba rotunda que "sí, sí, ya lo he dicho". A lo que el actor, emocionado, gritaba a los cuatro vientos el nombre del futuro miembro del clan: "Pablo Boyer, qué bien queda"... Sin embargo, Ana no estaba muy convencida: "Pablo Verdasco Boyer... no sé si me convence ahora que lo he dicho".
De momento, ni Ana ni Fernando han querido desvelar el nombre de su futuro hijo, quien si siguen la tradición que parece que ha empezado la familia, podría llevar un nombre que empiece con 'M', al igual que sus hermanos Miguel y Mateo.
Ana y Fernando, los más perfectos del clan Presyler
La pareja se ha convertido en la favorita de los seguidores del clan, y es que han encontrado la estabilidad absoluta en su matrimonio. Desde que comenzase su relación tras conocerse en el backstage de un concierto de Enrique Iglesias en 2012, no se han separado ni un segundo.
“Conocí a Ana y gané a Rafa Nadal, así que dije ‘es una señal de Dios’ y pensé que tenía que dejar a mi novia y empezar a picar piedra”, confesó Fernando Verdasco en el programa de entrevistas de Bertín Osborne sobre aquella noche en la que conoció a la que es su mujer y madre de sus dos hijos.
Su amor se hizo oficial en 2013 y se volvió irrompible en 2014, cuando la muerte de Miguel Boyer, padre de Ana, convirtió a Fernando en el mayor apoyo de la joven. En 2017, Ana Boyer y Fernando Verdasco sellaron su amor con un 'sí, quiero' en la isla de Mustique, en el Caribe, celebrando una boda rodeada de hermetismo a la que asistieron un total de 60 invitados.
Una vida familiar llena de lujos
Ana Boyer y Fernando Verdasco dejaron su piso de El Viso, un barrio de Madrid, en el que vivían, para trasladar su residencia oficial a los Emiratos Árabes hace ya siete años. Viven en Doha (Qatar), en una casa de la que hemos podido ver algunos de sus rincones favoritos, por motivos profesionales del tenista, junto a sus dos hijos, y en la dulce espera del tercero.
Pero no solo su vida allí está llena de lujos, lo están hasta sus viajes. Hace unas semanas pudimos ver cómo la pareja volaba en primera clase y presumía de un menú cinco estrellas y una experiencia VIP en el camino.
Sus billetes de primera clase les permiten dormir plácidamente durante los largos vuelos, por la amplitud de las cabinas con las que cuentan las zonas business de los aviones, y disfrutar de todas los detalles de la experiencia: comida y bebida gratis, nada de colas y cómodas esperas.