¿Es verdaderamente buena la relación entre el Felipe VI y su padre, Don Juan Carlos? ¿Cómo se llevan en la actualidad? ¿La cordialidad entre ellos es real o fingida? Son muchas las preguntas que circulan en torno a la figura del Rey y su padre. Hablamos con un experto en comunicación no verbal para analizar los gestos entre ellos, quienes parecen cada día más "unidos".
Según las conclusiones de Javier Torregrosa, Director del Máster de Comunicación no verbal Científica de la Fundación Empresa Universidad de Alicante, hay gestos que evidencian que entre ellos hay "acercamiento y confianza".
El Rey Felipe y su padre, Don Juan Carlos, cercanos y en sintonía
En los últimos meses, padre e hijo han coincidido en varias ocasiones, tanto en actos públicos como en privados. Este lunes, sin ir más lejos, se han visto en el funeral de Fernando Gómez Acebo, fallecido el pasado 1 de marzo a los 49 años como consecuencia de una insuficiencia respiratoria crónica agravada tras contraer Gripe A. De esa cita tan importante para el clan Borbón -que tuvo lugar en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas, también conocida como Catedral Castrense-, ha trascendido que el cara a cara del monarca con su progenitor fue cariñoso y cercano. Ambos se mostraron cercanos y en sintonía en la misa.
La muerte de 'Coco', como llamaban cariñosamente a Fernando Gómez Acebo, ha hecho que el clan haga piña una vez más. Una piña en la que siguen estando a la cabeza el soberano y Don Juan Carlos.
Apenas un día después del funeral, el pasado martes, la familia Borbón volvió a reunirse en una quedada que organizó el Rey Felipe con sus primos hermanos, los Zurita y los Gómez Acebo, hijos de sus tías la Infanta Margarita y la desaparecida Infanta Pilar, respectivamente. A la comida no faltaron su mujer, la Reina Letizia, y su padre. Del almuerzo, de carácter estrictamente privado, no se han publicado imágenes, pero la reunión evidencia que los lazos familiares entre el monarca y los de su sangre vuelve a ser fuerte.
Padre e hijo "se sienten a gusto estando próximos el uno al otro"
Al margen de los encuentros en el seno de la Familia Real, hay una cosa clara que refleja el 'buen rollo' que vuelve a haber entre el Rey Felipe y su progenitor. asta con ver los rostros relajados de Felipe y el emérito para comprobar que ambos "se sienten a gusto estando próximos el uno al otro", tal y como señala Torregrosa. Las imágenes hablan por sí mismas.
Según el experto Javier Torregrosa, las últimas apariciones del Rey Felipe y su padre dan fe de que el vínculo entre ellos sigue siendo fuerte. Incluso inmejorable. Analizamos a fondo una de sus apariciones públicas más reciente, y de mayor notoriedad internacional: el funeral celebrado en memoria de Constantino de Grecia que se celebró en el castillo de Windsor, en Londres, el pasado mes de febrero.
Los gestos que evidencian "el acercamiento" entre el emérito y Felipe VI
Al salir de la misa oficiada en una de las residencias oficiales de la Familia Real Británica, el Rey Juan Carlos salió del templo apoyándose del brazo de su hijo para caminar con más firmeza. El gesto es de absoluta proximidad. "Ambos monarcas ofrecen el rotativo izquierdo, uno hacia el otro (muestran su parte izquierda de la cara, como si miraran con el ojo izquierdo)", explica Torregrosa. "Según la comunicación no verbal científica, el rotativo izquierdo indica “acercamiento”.
Si nos fijamos en el detalle más significativo de esa foto (esa mano del padre apoyándose en su hijo), se observa una gran afinidad. "La mano de Don Juan Carlos se posa en el antebrazo de Don Juan Carlos, muy cerca de la muñeca, en un gesto de cercanía hacia su hijo", nos dice el experto. "La mano se posa cerca de la muñeca. En otro caso por ejemplo si la mano estuviera más cerca del bíceps, hombro o zona superior de la espalda, podría indicar cierto control y dominio, pero no ha sido así", recalca.
"La distancia entre ellos, su proxémica, es muy personal, lo que indica afabilidad entre ambos", asegura el experto en comunicación no verbal Javier Torregrosa.
También es posible analizar un hecho tan aparentemente insignificante como la posición del Rey Felipe respecto a la de su padre. "La distancia entre ellos, su proxémica, es muy personal, lo que indica afabilidad entre ambos. Sus cabezas también indican los mismo, ya que se aproximan y no se separan", nos dice el experto en comunicación no verbal.
El análisis de este profesional no ofrece lugar a dudas: entre el rey y su padre hay armonía. La paz y la tranquilidad vuelven a reinar en palacio tras un periodo convulso entre ellos.