Las Campos y las pullas que evidencian que se odian y aman como cualquier familia

Se ha hecho mucho de rogar el estreno de lo nuevo de Las Campos, tanto, que incluso la familia se ha quejado de la existencia de una mano negra que las tenía vetadas y que les impedía brillar con luz propia en la parrilla de Telecinco, más allá de los avatares y problemas de su vida personal.

Sin embargo, este martes la nueva entrega ya ha salido a la luz, a pesar de que fuese grabada en febrero, y con Argentina como telón de fondo. Eso sí, no todo han sido pullitas a la cadena que las ha acogido como parte de la familia, dado que también ha habido lugar para que se tiren los trastos las unas a las otras, como sucede en toda buena familia.

María Teresa, desganada en Buenos Aires

Un viaje a un país que conoce bien Edmundo Arrocet, que en este capítulo ha gozado de un papel más protagonista, a diferencia de los anteriores en las que su presencia era más anecdótica. El objetivo del periplo por el país del tango era recorrer sus calles de la mano del mejor anfitrión posible, pero María Teresa Campos parecía más dispuesta a quedarse recluida en el hotel que a pasar los días desgastando la suela de sus zapatos haciendo turismo. Esto, como cabía esperar, generó tensión con sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego.

La cara de pocos amigos de María Teresa

María Teresa estaba desganada. No le hacía especial ilusión seguir los pasos de sus hijas, dispuestas a empaparse de la cultura, sabores y olores de Buenos Aires. De hecho, la presentadora tampoco se esforzó demasiado en disimular, algo que no pasó desapercibido en las redes sociales, que echaban humo por su extraña actitud.

El primer enfado de la presentadora con sus hijas

No hizo falta esperar mucho para presenciar el primer encontronazo entre María Teresa Campos y sus hijas. La presentadora no vio con buenos ojos que ellas hiciesen un plan a sus espaldas, como fue recorrer las calles del Barrio de la Boca. Terelu y Carmen se escudaron en la idea de que habían vivido momentos tensos durante su visita y que no era un lugar adecuado para ella. Eso sí, era mentira, porque la historia que ellas narraban había acontecido en otro enclave de Buenos Aires. Un desesperado intento por calmar las aguas.

María Teresa amenaza con volver a Madrid

La tensión se hizo más palpable cuando la familia se dispuso a almorzar en un restaurante de la capital. Terelu y Carmen, dispuestas a comerse la ciudad y a aprovechar cada instante, llegaron tarde a su cita con su madre y Bigote, algo que detesta la comunicadora: “Todos los días igual. Yo si sigue así me voy a Madrid”, anunció con cara de pocos amigos.

La preocupación de Terelu y Carmen

Las hijas de María Teresa también se percataron, al igual que la audiencia, que las cosas no iban sobre ruedas y que algo le sucedía a su madre: “Ya se lo he dicho. Es que ni media sonrisa en todos estos días, ¿es que le caemos mal o algo?”, comentaban Terelu y Carmen.

La desgana deja sin apetito a María Teresa Campos

La falta de apetito de María Teresa Campos fue otro motivo de disputa familiar. “No quiere comer, no quiere andar, no quiere ir”, se quejaba Terelu Campos sobre la actitud derrotista de su madre, que parecía incómoda visitando los rincones que vieron nacer al hombre que ha llenado su corazón.

Los libros de la discordia

La bomba terminó de estallar cuando María Teresa, con toda la buena intención del mundo, obsequió a los suyos con unos libros que había elegido en una librería del barrio. Todos parecían conformes con la elección de la matriarca, pero Carmen Borrego no acogió de buen agrado la pullita que encerraba el título del libro que le había tocado, ‘Cree en ti’. “Me parece perfecto, pero este libro nos lo vamos a leer las dos (…) Más que con un mensajito, los libros van con un zasca”, contratacaba.

María Teresa aprovecha para lanzar un mensaje a Telecinco

“No, yo creo en mí. Ya me gustaría que todo el mundo creyera en mí como creo yo”, deslizaba la presentadora, que desde hace un año ha desaparecido de la programación de Telecinco y no tiene programa para defender en la parrilla.