Anabel Pantoja ha vivido una tarde especialmente intensa en ‘Sálvame’, donde ha tenido un fuerte encontronazo con su compañero Kiko Hernández. La sevillana ha comenzado el programa hablando de su distanciamiento con Chabelita, quien la ha criticado por el polémico vídeo en el que se mete con su novio, Omar Sánchez. Al abordar su frágil relación con Isa, la colaboradora aclaraba cómo está su relación con su prima, y respondía también a las recientes declaraciones de Dulce, que la acusa de no haber apoyado nunca a la hermana de Kiko Rivera.
Kiko Hernandez lanzaba una dura crítica contra la hija de Isabel Pantoja. » Es cuestión de tiempo que se vuelvan a tirar de los pelos. Chabelita, la única persona que ha estado a tu lado se llama Dulce. ¿Y a la mínima que puedes le haces un raca para defenderte delante de Anabel? La única que ha estado siempre defendiendo a tus personitas, la única que ha estado siempre defendiéndote en un plató». Anabel intentaba pararle los pies: «Es sucio lo que estás diciendo».
Kiko carga contra Anabel Pantoja: «Es una maleducada»
“Sucio lo que estáis haciendo y mercadeando”, se ha quejado el madrileño . Este diálogo no era más que el comienzo de un rifirrafe que a ido ‘in crescendo’ a medida que avanzaba el programa. «Suciedad es todo lo que le habéis hecho a esta chavala. No hables de suciedad porque la familia Pantoja, como hablemos de suciedad, empezamos a poner las lavadoras».
«¡Vete a tomar viento fresco!», espetaba Anabel, mientras abandonaba el plató. «Me ha parecido tan sucio… Yo no he dicho nada y está metiendo una tal mierda entre mi prima y yo… Yo no me meto con tu familia. ¡Que me dejes en paz, que mi familia no se ha metido en nada! ¡Que no llames sucia! No me llames sucia, ni a mí ni a mi familia. Para hablar de nosotros te lavas la boca, que gracias a mi familia comes tú mucho”, decía. «¡Que te vayas a tomar viento!», le recriminaba. «Es una maleducada es esta señora», se quejaba el madrileño al director, David Valldeperas.
Tras desahogarse con Valldeperas, Anabel regresaba al plató. Pero pasados unos minutos, Kiko volvía a buscarle las cosquillas a la andaluza. Le echaba en cara que estuviera tan callada. La joven explotaba una vez más. «¡Estoy cansada de que nos trates como si fuéramos zánganos! Estoy tan tranquila y me dice ahora que si no hablo», lanzaba.