El año que viene Isabel II celebrará su Jubileo de Platino (70 años en el Trono) y hará un cuarto de siglo del trágico accidente que costó la vida a Diana de Gales, que este 2021 hubiera cumplido los 60 (también coincide con el 40 aniversario de su boda con Carlos).

Mucho ha pasado en estas siete décadas con la ‘tía Lilibet’ como Reina. Así se dirigieron a ella Felipe y Letizia en el pésame por su marido, que murió el pasado mes de abril. Tienen lazos dinásticos, pero también una relación muy estrecha, sobre todo la Reina Sofía con el fallecido ‘tío Philip’.

Las Casas Reales de Europa están emparentadas, pero no hay ninguna Corona que brille como la de los Windsor. Hoy vuelven a tener varios frentes abiertos. El principal, Harry y Meghan. Pero la Reina entre las reinas tiene un as (una futura reina, ‘of course’) en la manga: Kate Middleton.

Diana rompió todos los moldes, tanto que puso en peligro a La Firma (así, The Firm, es como es conocida la Casa Real). Fue la primera gran ‘influencer’ global antes de que existiera Instagram. Kate tiene el testigo, pero con Isabel II vigilando para que no se repitan errores. La Corona tiene que seguir brillando y La Firma tiene que perpetuarse. Isabel II, Diana de Gales y Kate de Cambridge son las reinas de esta (maravillosa) baraja.

La vida privada de DIANA

Durante muchos años, la relación entre Carlos y Diana fue un matrimonio a tres bandas, como ella misma reconoció después. Pero si nobleza obliga, realeza obliga a mucho más. Tras la separación –que no divorcio– de la pareja, en 1992 comenzó una guerra en la que Diana utilizó los medios para mandar mensajes cada vez menos subliminares.

Sobre todo cuando Carlos reconoció el 29 de junio de 1994, en una entrevista, que había sido infiel a su esposa. La aún Princesa de Gales –ya consolidada como ‘Princesa del Pueblo’ por la simpatía que despertaba entre los británicos– se presentó ese mismo día en una fiesta con un modelazo de Christina Strabolian con el que dejó muy claro que estaba
marcando su terreno.

Un año después, en 1995, Diana dio una entrevista en la BBC que definitivamente la consolidó como la preferida de los británicos. Hoy, en 2021, cuando Meghan y Harry han hecho lo mismo con su polémica entrevista en Estados Unidos, Buckhingham Palace ya tiene una cosa muy clara: la historia no se va a repetir. Eso es prioritario. ¿Cómo
evitarlo? Esa es la clave.

Spencer: Un deslumbrante e inspirado retrato de la princesa Diana. Lo que debería ser un maravilloso respiro navideño con sus hijos en la finca de Sandringham, en cambio, se convierte en una sucesión de obligaciones no deseados.