Una discusión tonta por la mañana, perder el autobús, no encontrar las llaves del coche cuando vamos a salir de casa, que se nos caiga el café, que se ponga a llover de forma inesperada... Hay días que cualquier pequeño gesto puede hacer que nos sintamos frustradas, tristes y enfadadas. Pero tranquila, hay tips infalibles que pueden rescatar esas jornadas de pesadilla. Apunta, así puedes remediar un mal día.

1- Come un puñado de frutos secos

Un importante estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Binghamton, en Nueva York (Estados Unidos), ha demostrado que comer frutos secos mejora eficazmente nuestro estado de ánimo. ¿El motivo? Las nueces, las almendras o los anacardos contienen buenas cantidades de magnesio, y este mineral contribuye a la producción de serotonina. Ésta hormona se encarga de regular el estado de ánimo, de controlar el estrés, y de inhibir la ira y la agresividad. Por tanto, si te has levantado con el pie izquierdo, no dudes en incluir una dosis de frutos secos en tu dieta.

2- Vístete con prendas de color azul

Los colores tienen la capacidad mágica de hacernos sentir bien, trasmitirnos vitalidad y proporcionarnos calma y serenidad. Por eso, si tienes un mal día, debes elegir bien tu ropa. De esta manera puedes poner un rayo de sol a un día lluvioso o una pincelada de tranquilidad y frescura a una jornada estresante. Toma nota: numerosos estudios han comprobado que los tonos azules, aunque también los verdes, aportan tranquilidad. Por su parte el rojo y el rosa pueden inspirar energía y optimismo, mientras que el morado puede impulsar la creatividad y la productividad.

3- Respira profunda y lentamente

La respiración es una de las formas más efectivas y, sobre todo, más rápidas de combatir el estrés y la ansiedad. De hecho, la respiración lenta y profunda reduce al instante el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, lo cual trae calma inmediata a nuestro cuerpo y nuestra mente. Así que cuando sientas que el mundo está conspirando para sacarte de tus casillas, llena tus pulmones con tanto aire como puedas. Haz exactamente esto: infla tu estómago mientras cuentas hasta cinco y, después, libera lentamente el aire, de nuevo contando hasta cinco.

4- Alíate con un buen perfume

El sentido del olfato influye directamente en nuestras emociones, ya que está conectado con el sistema nervioso, de manera que una fragancia puede ayudarnos a sentirnos mejor en esos días en los que estamos un poco de bajón. Hay olores que pueden ejercer como potentes estimulantes y revitalizantes, y entre ellos destacan los perfumes que contienen menta, limón o naranja, ya que fomentan las sensaciones positivas y ayudan a combatir el desánimo y la tristeza. También las fragancias con bergamota son ideales para cuando necesitamos un ‘shot’ de energía y queremos plantarle cara a la depresión y la ansiedad.

5- Disfruta de un paseo al aire libre

El sol es uno de los mejores euforizantes que existen. Una exposición de entre 10 y 15 minutos diarios es suficiente para que la piel sintetice la vitamina D y para que el organismo reciba su dosis de helioterapia. Mediante esta exposición controlada, nuestro organismo activa el sistema inmunológico y favorece la liberación de endorfinas (las hormonas relacionadas con la felicidad y el bienestar). Por ello, recuerda: cada vez que tengas un mal día (y si el tiempo lo permite), busca un ratito para estar al aire libre y pasear tranquilamente. Después de caminar un poco, verás como la cosa mejora mucho.