El intestino grueso está colonizado por miles de millones de bacterias beneficiosas que forman la flora intestinal. Los fermentos lácticos son los principales componentes de esta flora: su presencia asegura una acción protectora a la hora de obstaculizar la acción de bacterias nocivas, promueve la síntesis de vitaminas, mejora la actividad de la mucosa intestinal y reactiva nuestro sistema inmunitario.

Sin embargo, cambios en la alimentación o en el estilo de vida, tratamientos con antibióticos, sobrecarga de trabajo o preocupaciones y alteraciones relacionadas con la inflamación intestinal como el síndrome del intestino irritable producen un desequilibrio en la flora intestinal.

¿Qué es y cómo aparece la inflamación intestinal?

La inflamación surge como un mecanismo de defensa del organismo para cicatrizar heridas, eliminar patógenos y reparar los posibles tejidos dañados. Aparece en el intestino al combinarse distintas causas genéticas, inmunitarias y ambientales. Como consecuencia, la fina capa de células que recubre el tubo digestivo se inflama.

Puede originarse también por enfermedades como la celiaquía o el intestino irritable.

Síntomas de la enfermedad

El dolor abdominal , la hinchazón, la diarrea y/o el estreñimiento son los signos más frecuentes. La falta de energía y la pérdida de peso no intencionada, son síntomas algo menos comunes.

Controla y cuida tu alimentación

A la hora de controlar y evitar la inflamación, la alimentación juega un papel fundamental. Por eso, hay ciertos alimentos que debes evitar o limitar su consumo, como aquellos productos con azúcar (bollería, mermeladas…) y harinas refinadas (pan blanco o cereales), alimentos precocinados, carnes rojas y procesadas, el alcohol y alimentos ricos en grasas saturadas como lácteos, carnes grasas…

¿Qué alimentos reducen sus signos?

Al incluir en tu menú diario alimentos no procesados y sin azúcares añadidos podrás controlar la inflamación intestinal: los frutos secos, especialmente las nueces, son ideales gracias a sus propiedades antiinflamatorias, el pescado azul, las frutas y hortalizas frescas. Los estudios demuestran que el consumo de alimentos de origen vegetal favorece una microbiota intestinal más diversa ayudando a nuestra microbiota a reducir el riesgo de inflamación intestinal.

Ayuda a prevenir con probióticos

Debido a su gran capacidad para restaurar la barrera intestinal alterada y de reducir la producción de sustancias proinflamatorias, los probióticos son perfectos para prevenir la inflamación intestinal.

Sigue este podcast

Lactoflora, la marca de STADA especializada en probióticos para el cuidado y la prevención de la salud y el bienestar, lanzó el pasado año el podcast “Incómodos”, un espacio para hablar de todas aquellas incomodidades que sentimos en nuestro cuerpo relacionadas con el uso de probióticos.

En los distintos episodios han participado expertos de diferentes áreas de la salud para tratar y debatir acerca de las situaciones incómodas más generalizadas y las recomendaciones más útiles. El primer capítulo contó con la colaboración de la Dra. María Real ( @mariarealcapell) y la Dra. Gabriela Pocoví ( @nutrigaby), especialistas en salud intestinal y microbiota, donde compartieron su visión sobre la salud gastrointestinal y digestiva y otros síntomas que pueden afectar al bienestar.