Los cambios de estación hacen que seamos más propensos a sufrir infecciones. Por eso es importante que, precisamente en otoño, pongas una especial atención a fortalecer tus defensas. Estas son las claves para hacerlo:
1. Vigila lo que comes con una buena dieta
La dieta es básica a la hora de mejorar el sistema inmunológico. Procura que no te falten en la despensa:
- Grasas buenas. Toma pescados azules y aceite de oliva (tiene vitaminas A y E). Yogur o kefir. Según estudios realizados, el consumo de yogur aumenta las inmunoglobinas y las citoquinas, que ponen en marcha mecanismos de defensa ante la presencia de antígenos. Esta acción es más potente cuando el lácteo incluye bacterias prebióticas.
- Miel. Contiene sustancias que aumentan la actividad de ciertas células de defensa, los los fagocitos.
- Ajo. Potencia los linfocitos T, que eliminan los agentes nocivos.
- Vitaminas. No pueden faltar si quieres estimular el sistema inmunitario, pero tómalas por la ingesta de alimentos. La C la encuentras en el kiwi, las naranjas, el tomate… La E
está en el arroz y la pasta. La A, en el huevo y lácteos. Las del grupo B están en los cereales integrales (B1), en las sardinas, el atún y las legumbres (B6), y en la carne de vaca y los huevos (B12).
2. Haz ejercicio moderado de forma habitual
Fortalece el sistema inmune, si es moderado. Se ha demostrado que el exceso disminuye las defensas.
3. Evita el estrés y la tensión continuada
La tensión continuada y el estrés determinan cambios orgánicos que originan déficit inmunológico.
4. Ríete mucho siempre
Se ha comprobado que el estado de ánimo alegre disminuye todo tipo de patologías. En cambio, el pesimismo y la negatividad generan la respuesta contraria.
5. Cuida tus hábitos de higiene
Extrema las medidas de higiene para evitar la acción de virus y bacterias. Lávate las manos con frecuencia, limpia las superficies contaminadas y renueva el aire cada cuatro horas.
6. Las plantas te pueden ayudar
Sigue siempre las recomendaciones de un experto, pues además de efectos positivos, también tienen contraindicaciones.
- Equinácea. Está recomendada para las infecciones de las vías respiratorias. Tiene una acción analgésica y antiinflamatoria.
- Regaliz. Según un estudio de la Universidad de Múnich, potencia la acción de la equinácea, cuando se administran conjuntamente.
- Enebro. Las bayas de esta planta son antisépticas.
- Tomillo. Tomado en infusión, calma la tos.
- Té verde. En pruebas de laboratorio, se ha visto que ayuda a combatir la gripe.
- Romero. En tisana, alivia la tensión y la fatiga.
6. Estate atenta a las señales de Alarma
Aunque un análisis de sangre es la mejor manera de saber si las defensas están bajas, existe una serie de síntomas que te ponen sobre aviso:
- Herpes labial o calenturas.
- Infecciones banales pero repetidas del aparato genital y urinario.
- Tendencia a que se infecten las heridas.
- Molestia muscular, cansancio mayor que el habitual.
Sabías que el ruido disminuye las defensas
Escuchar música con volumen alto por las noches produce insomnio, que conduce a un cansancio y a la disminución de las defensas (una exposición constante por encima de los 45 decibelios impide un sueño apacible).
Tomo vitamina c para recuperar mis defensas
Vitamina C Favorece la cicatrización, interviene en aumentar las defensas del organismo contra las infecciones, es indispensable para la formación del colágeno y tiene un gran papel antioxidante.