Receta: Cookies de chocolate blanco para celebrar el día de la galleta

Resumen de la receta

Todos los pasos y trucos para que te queden unas galletas deliciosas con las que acompañar tu desayuno a tu merienda.

Hoy vamos a preparar una de esas recetas que son ideales para hacer con niños, porque disfrutarán metiéndose en la cocina y probando a darles forma. Son las cookies de chocolate. A pesar del anglicismo, se habrán dado cuenta de que no son otra cosa que galletas con chispas de chocolate. Y que además, la receta es de lo más sencilla.

Simplemente se trata de preparar una masa sencilla, a base de huevo y harina, a la que se agregan esos toques de chocolate que pueden venir acompañados también de otras cosas. Por ejemplo de fruta escarchada en pequeños trozos o de pasas, como es nuestro caso.

Pasar de las pasas

Nosotros hemos añadido un elemento que le aporta fibra y minerales como el potasio, pero sabemos que no todo el mundo es amante de las pasas, por lo que si os gusta más, podéis sustituirlas por arándanos u otros frutos secos.

El chocolate también es opcional, porque, aunque es difícil encontrar a gente a la que no le guste, los hay. Así que si tenemos a uno de ellos cerca, podemos hacer la versión con frutos secos y prescindir de ingrediente por excelencia de la mayoría de los postres.

Lo que hoy preparamos más que un postre es un acompañamiento para desayunos y meriendas, que gusta tanto a niños como a mayores. Gusta tanto que desde hace un par de años las galletitas tienen hasta un día internacional, el 13 de mayo.

Trucos y precauciones

A la hora de elaborar esta sencilla receta tenemos que tener cuidado a la hora de mezclar los ingredientes. Debe quedar una mezcla especialmente homogénea y en la que esté bien repartida la levadura para que todas crezcan de la misma forma.

SI queremos evitar problemas como que se nos peguen a la bandeja, es recomendable que las coloquemos sobre un silpad o un papel de horno antes de introducir la bandeja en el horno. Recordad que es importante que este esté caliente antes de que metamos la masa, para que así todas las galletas tengan la misma temperatura desde el principio.