Pierre Cardin está considerado uno de los mejores diseñadores de moda del siglo XX. Icono de la moda de los años 50 y 60, sus creaciones masculinas y femeninas significaron toda una revolución para la época.

Su infancia y sus primeros pasos en la moda

Pierre Cardin nació en la casa de vacaciones de sus padres en San Andrea da Barbara, cerca de Venecia, el 7 de julio de 1922. Con solo 4 años, sus padres se mudaron a Francia, donde el joven Cardin creció en la ciudad industrial de St. Etienne. Sus padres eran unos ricos comerciantes de vino que siempre habían soñado con que su hijo se convirtiera en arquitecto. Pero a la edad de 8 años, Cardin ya demostraba grandes dotes y una inusitada aptitud por la moda al diseñar vestidos para las muñecas de la hija de su vecino. En 1936, Cardin comenzó a trabajar en Vichy como aprendiz de sastre en la firma Manby’s y allí permaneció hasta casi el final de la Segunda Guerra Mundial. En Manby’s aprendió el arte de confeccionar algunos de los trajes que más tarde formarían parte de sus mejores colecciones. 

La llegada a París y Christian Dior

Tras acabar la guerra, Cardin dejó Manby’s y empezó a trabajar para la Cruz Roja francesa. Este trabajo le llevó a París, la capital mundial de la moda, a finales de 1944. Fue aquí donde comenzó a trabajar para el diseñador de moda francés Paquin. Un trabajo que le valió también para conocer a muchos de los intelectuales de la sociedad parisina, lo que le supuso la oportunidad de diseñar algunos trajes y vestidos para representaciones teatrales y películas. Sin ir más lejos, algunos de estos trajes y vestidos de Cardin se pudieron ver en La Bella y la Bestia

La Bella y la Bestia (1946) de Jean Cocteau. Este último quedó muy impresionado con el trabajo de Cardin, hasta el punto de presentarle al diseñador Christian Dior. Fue así como Cardin comenzó a trabajar para Dior, siendo uno de los protagonistas del famoso New Look de posguerra. Mientras estaba en Dior, Cardin diseñó también su famosa línea Bar, en la que podían verse chaquetas ajustadas y largas faldas negras. Una colección que pronto llamó la atención de la crítica. Los medios de la época empezaron a conocer a Cardin como el sucesor natural de Christian DiorEn 1949, Cardin abandona Dior y, un año más tarde con la ayuda de Marcel Escoffier, lanza su propia firma con una tienda en un ático de la capital francesa. Allí diseñaría muchos de los trajes que se veían en los grandes eventos de París, así como su propia línea de moda para los clientes más distinguidos. Para casi todo el mundo, Pierre Cardin era por aquel entonces el mejor diseñador de moda que había en París. Su éxito comercial le llevó en 1953 a comprar todo el edificio de la Rue Riche Panse, el lugar en el que se encontraba el ático al que se había mudado apenas tres años antes. 

La Casa Cardin

En 1953 se trasladó a una mansión del siglo XVIII de seis plantas en la rue de Faubourg Saint Honoré, lugar en el que creó su Casa Cardin. El diseñador dividió su casa en dos boutiques, Adán y Eva, una enfocada para el público femenino y otra para el masculino. En el verano de 1957, Cardin presentó su primera colección de moda completa con más de 120 piezas. El desfile fue un éxito total y Cardin pronto se convirtió en uno de los miembros más destacados de la Federación Francesa de Alta Costura. Su colección de 1958 catapultó su fama a todo el mundo. A lo largo de la década de los 60, Cardin continuó diseñando ropa para hombres y mujeres, diseños que destacaban por su carácter imaginativo y por sus colores brillantes. Pero consciente de que muchos de sus clientes no aceptaban sus creaciones más vanguardistas, pronto comenzó a diseñar trajes y vestidos de un corte más tradicional. 

pierre cardin

Éxitos en Japón y Estados Unidos

Su enorme popularidad en Europa le animó a viajar a Estados Unidos para mostrar sus diseños. Fue en 1966 cuando Cardin puso rumbo a Nueva York para llevar sus creaciones a clientes y diseñadores estadounidenses. Sus diseños femeninos pronto obtuvieron un enorme éxito al otro lado del charco, lo que le llevó a abrir una tienda en la ciudad de los rascacielos. Tras sus éxitos en América, Cardin viajó a Japón obteniendo los mismos resultados. Sus vestidos de fácil ajuste y colores brillantes se hicieron muy populares entre las mujeres japonesas. Sin ir más lejos, a Cardin le gustaban mucho las líneas tradicionales de la ropa japonesa, hasta el punto de dejarse influir por ellas. Algo que se pudo ver en sus creaciones posteriores y en sus numerosos viajes a Japón. 

Premios y distinciones

En la década de los 70, continuó siendo uno de los mejores diseñadores de moda del mundo. En 1973, recibió el Premio Basílica Palladiana al veneciano más exitoso del año. En 1974, le concedieron el Premio EUR, continuando con una importante sucesión de premios y distinciones en los años siguientes. Quizás el que más honores le hizo fue el Oscar de la Moda que recibió en 1985 en la Ópera de París. Ese mismo año, Francia le nombró Comandante de la Orden del Mérito y en 1988 se le concedió la Gran Orden del Mérito por la República Italiana. En 1991, fue ascendido a oficial en la Legión de Honor francesa y en 1992 aceptó un puesto en la Academia Francesa de Bellas Artes como el diseñador de más alto rango de la nación. Para conmemorar los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996), Cardin presentó un desfile de modas protagonizado por su nueva línea Sportif, una firma deportiva para hombres y mujeres en la que, además, tenía cabida una línea de fragancia para hombres. En la actualidad, Cardin vive y trabaja en París, diseñando e innovando de forma constante sus líneas de ropa, calzado, perfumes y sombreros. Sus diseños y su éxito comercial lo han convertido en una de las leyendas vivas entre los diseñadores de moda franceses.