Marta López Álamo estrena en Nueva York uno de sus looks más caros ¿Ostentosa o elegante?

La modelo está pasando unos días junto a su prometido en la ciudad que nunca duerme. Los novios están de celebración, pues solo ha pasado una semana desde que saltaran las alarmas de boda. Se les ve felices y derrochando entusiasmo y, también, billetes. Marta López Álamo ha sorprendido en Nueva York con uno de sus looks más lujosos, pero ¿es necesaria toda esta pompa? Analizamos su estilismo a continuación.

No podemos negar que Marta López Álamo tiene buen gusto por la moda, eso es innegable, pero es cierto que tiende a ostentar demasiado. Hoy ha llevado un look valorado en casi 8.000 euros, sin contar el anillo que le regaló Kiko Matamoros.

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La influencer ha llevado un traje que, a priori, si tienes astigmatismo, podría parecer un dos piezas de raya diplomática de toda la vida, pero no. Desde que la fiebre el logo de los 90 volverá a instalarse en los escaparates, no dejamos de ver logos de firmas copando los modelitos de las más pudientes. En esta ocasión, Marta se ha enfundado en un traje de Versace que sustituía las rayas verticales por un concatenado "VERSACE" que cruzaba su cuerpo de arriba a abajo. Solo estas dos prendas, pantalón y americana, tienen un precio de 3.850 euros.

Pero eso no es todo, la instagramer se ha calzado unos botines de la firma creada por el diseñador Virgil Abloh, Off-White. Lo curioso de esta firma es que tanto en sus deportivas como en sus zapatos viene con una etiqueta a modo de marchamo para denotar que sí, que son caras y que son buenas, como un cinco jotas. Cierto es que el modelo está completamente de moda y que son preciosas. Pero estos botines "botines Nappa" de nueva temporada tienen un precio de 1.200 euros.

Además, la joven no ha podido resistirse a incluir en su look un bolso de tipo shoulder de Prada forrado de lentejuelas negras, muy brillantes, con la marca bien grande, en blanco. El precio de este pequeño complemento es de 1980 euros.

Menos mal que Marta se ha decantado por unos pendientes de la firma Revolve, que no pasaban de los 60 euros, de lo contrario, hubiera llegado casi a los 8.000 euros en un outfit.