Hace unas semanas pudimos disfrutar del estilismo de la princesa consorte de Mónaco en su aparición como invitada a la coronación de Carlos III de Inglaterra. Desde entonces, no había hecho ninguna aparición estelar, pero estábamos prevenidas. Pues el Gran Premio de Mónaco es uno de los eventos que la familia Grimaldi no se pierde ningún año. En esta ocasión, durante la cena de gala posterior a la celebración del Gran Premio, Charlene de Mónaco se dejó ver con una imagen renovada y con un estilismo elegante e imponente que no dejó a nadie indiferente. ¿Con qué nos ha sorprendido? Te contamos todos los detalles a continuación.

Como decíamos, durante su última aparición pública, la princesa ya nos estaba avisando de un cambio de look inminente. Ese día lució su ya conocido corte garçon, pero lo había dejado crecer dejando a la vista su color natural, por lo que de su antiguo rubio ya sólo quedaban unas pocas mechas en las puntas. Hoy, de nuevo en la Roca, se dejó ver un con castaño oscuro, sin mechas, ni babylights. Este nuevo color le daba algo de dureza a sus facciones, aunque el cambio es de 180º y el rubio dulcifica y rejuvenece normalmente, esta opción le da si cabe un aire más serio y maduro.

Charlene de Mónaco
Gtres

EL PRINCIPE ALBERTO Y CHARLENE DE MONACO PRESIDEN LA 61º CEREMONIA DE APERTURA DEL FESTIVAL DE TELEVISION DE MONACO

También te interesará

Charlène de Mónaco reaparece públicamente y deslumbra con un vestido asimétrico de más de 3.000 euros

Charlene de Mónaco sorprende con un vestido holgado en la cena de gala del Gran Premio

Por otro lado, el look que escogió jugaba la baza del black & white, que tanto le gusta y por el que ha apostado en muchas otras ocasiones. Aunque por la tarde, durante la carrera de F1 lució un vestido a todo color, dejó para la noche la sobriedad y la elegancia de un vestido bicolor asimétrico. El diseño dejaba uno de sus brazos completamente cubierto y otro al desnudo, creando un escote diagonal.

Charlene de Mónaco
Gtres

El vestido lucía un busto negro holgado, un talle blanco evasé y una falda negra larga. Esta vez, la esposa de Alberto de Mónaco decidió no marcar su silueta y optar por la comodidad y la libertad de movimiento de un vestido recto y comfy.  En las últimas apariciones, 'la princesa triste', que es una gran amante de la moda, ha optado por desmarcarse de vestidos ceñidos y siluetas marcadas y ha abrazado los cortes rectos, vaporosos, holgados y con vuelo.

Charlene de Mónaco
Gtres

En cuanto a los accesorios, la princesa optó por unos pendientes largos con brillantes a juego con pulsera gruesa en su mano izquierda. Por debajo del vestido asomaban unas sandalias de tacón negras abiertas que dejaban ver una pedicura negra a juego con su manicura.