Hoy llueve, mañana no, al otro hace frío, y al siguiente calor. Tanto cambio de temperatura es fatal para la piel sensible. ¿Las peores épocas? El invierno, seguido de la primavera. Un reciente estudio japonés publicado en la revista Experimental Dermatology asegura que las bajas temperaturas y el viento producen máxima sequedad e incrementan las arrugas. ¡Y no digamos la nieve!

Diagnostico

Después, en primavera, con las alergias y las gramíneas, las irritaciones pueden ser terribles. Para combatir el disconfort que siente la piel reactiva os recomiendo hidratar continuamente el cutis con productos que mantengan el manto hidrolipídico, por ejemplo aquellos que contienen ácido hialurónico, trufa blanca, soja o ceramidas, y por supuesto, ese primer paso que es un mantra en mi rutina cosmética: limpieza constante y profunda, mañana y noche, para que la tez esté totalmente receptiva.

Como tratamientos de cabina, para equilibrar la piel sensible y fortalecer su manto hidrolipídico me decanto por el que ha triunfado este año entre las famosas (Isabel Preysler no puede vivir sin él, y tampoco Eva Mendes o Cameron Díaz), que es Hydrafacial: Es una técnica nada invasiva capaz de hidratar, unificar, aportar luz y exfoliar, a través de una fórmula de succión combinada con potentes activos cosméticos. La sensación es muy agradable y relajante, y se hace en 45 minutos, así que es ideal para la hora del almuerzo.

También me gusta mucho Indiba, porque esta máquina que tampoco es nada agresiva, muy al contrario regenera la propia piel, como si fuera una especie de auto-cura, partiendo del propio organismo, y la prepara para los primeros rayos de sol, que están al caer. También se hace en un ratito y es ideal para cualquier parón en la rutina diaria.