José María Gil Silgado está contra las cuerdas y la soga de la justicia le aprieta más que nunca. El juzgado número 4 de Sevilla ha dictado una orden de detención contra él por presunto delito de alzamiento de bienes. Según contó Kike Calleja en ‘Socialité’, el empresario debía una cantidad muy importante de dinero (cercana al millón de euros según María Patiño) por la que le iban a ser embargados 74 caballos de su propiedad. Un ‘castigo’ que consiguió evitar traspasándolos a otra sociedad suya. Ahora, el juzgado le reclama 22.000 euros de responsabilidad civil más una multa de 3.000 euros. De no pagar estos 25.000 euros, su detención sería inmediata.
A esto hay que sumarle que este martes se ve las caras en juicio con su expareja, María Jesús Ruiz, por una demanda que la concursante de ‘Supervivientes 2018’ interpuso contra él, pero que después retiró. Sin embargo, siguió su curso y la fiscalía actuó de oficio. Tanto es así que la andaluza se ha visto obligada a abandonar temporalmente -y entre lágrimas- el reality para hacer frente a la vista en Jaén.
Ante el cerco que la justicia ha impuesto sobre Gil Silgado, él se ha manifestado por teléfono en ‘Socialité’, donde aseguró que está “tranquilo” y que “confía en la justicia”. Además, el empresario dejó claro que tiene muchas ganas de que pase todo esto “para desenmascarar a María Jesús Ruiz porque media España sabe cómo es, pero parece que la otra media no”, sentencia. El padre de su primera hija deja caer que la sevillana miente: “Ella reconoció que la denuncia que me puso por malos tratos era falsa. Nunca he hablado, pero ahora lo haré por primera vez”. Ante la pregunta de si sigue enamorado de ella, lo tiene más que claro: “No. Mi único amor es mi hija Alba”.
Sin lugar a duda, el empresario se enfrenta a una cuesta arriba importante, con demandas, deudas e importantes sanciones de por medio. No obstante, no pierde la esperanza porque irá “saliendo poco a poco de todo esto”.