Valerie Trierweiler olvida a Hollande en Bombay
A miles de kilómetros de París, donde su nombre sigue permanentemente asociado a los de Hollande y Gayet, Valerie Trierweiler, está recuperando el ánimo necesario y tomando la distancia precisa para plantar al mal tiempo buena cara y esbozar más de una sonrisa en su primera reaparición pública tras conocerse la infidelidad del presidente.
Valerie Trierweiler, la exprimera dama del presidente francés, François Hollande, durante su visita al hospital del gobierno Sion en Mumbai, India, dos días después de que el presidente anunciase oficialmente su ruptura.
Llegó en un vuelo regular de Air France, que partió del aeropuerto de Charles de Gaulle hacia Bombay, acompañada por la actriz Charlotte Valandrey, que se sumó al viaje solidario de Valerie y le sirvió de guía por la ciudad india. La colega de Julie Gayet, dirigió unas breves palabras a los periodistas que esperaban a la exprimera dama en el aeropuerto parisino: "Nunca dudé de que vendría. Es una mujer fuerte".
Así es como se mostró la ex de Hollande al llegar en torno a la medianoche local a Bombay. El viaje oficial, cuando se diseñó siendo ella la inquilina del Elíseo, cambió a misión de apoyo y solidaria de la ciudadana Treirweiler a raíz del anuncio de cese de convivencia que hizo dos días antes el presidente. Tal vez por eso, o porque todavía no se encuentra en su mejor momento físico, la agenda prevista se recortó a dos días de visita.
La exprimera dama francesa ha viajado a Bombay con la actriz gala Charlotte Valandrey, con quien la vemos en la foto durante su visita a las instalaciones hospitalarias.
Desde 2011, antes de que su entonces compañero François Hollande fuese elegido presidente de Francia, Valerie trabaja con esta ONG, a la que apoyó en su programa de alimentación para niños malnutridos. La exprimera dama también visitó un barrio de chabolas de Bombay antes de compartir almuerzo con las esposas de los empresarios locales. Para finalizar la intensa jornada, una solidaria Valerie Treirweiler fue la invitada de honor el la gala humanitaria para recaudar fondos en el lujoso hotel Taj Mahal, patrocinada por Moët & Chandon.
Las tareas solidarias, la vertiginosa realidad de los más necesitados de la ciudad india de Bombay, alejaron el pensamiento de Valerie del Elíseo, de Hollande y de Julie Gayet.
La expareja del presidente, que ha viajado a título privado aunque como primera dama saliente, conversó con los responsables del programa de alimentación para niños malnutridos.
Valerie, que ha pasado ocho días hospitalizada en París por una crisis de ansiedad, estuvo conversando con algunos de los pacientes del hospital de Bombay: otras latitudes, otros problemas... El viaje a India le está sirviendo como un auténtico bálsamo para su reciente mal de amores.
A su regreso a París, ValerieTrierweiler, de 48 años, volverá a retomar contacto con la realidad. En su país ya es una ciudadana francesa más. Ha perdió su condición de pareja oficial del presidente, François Hollande, y los privilegios del cargo. La periodista está protagonizando la crónica de una ruptura anuciada desde que estalló el affaire Gayet hace poco más de dos semanas: tras OCHO DÍAS INGRESADA EN EL HOSPITAL de la Pitié-Salpêtrière y una semana en La Lanterne, la residencia oficial del presidente de gobierno en Versalles, Valerie ha abandonado los fastos del poder, dejando libre a François Hollande para poder rehacer su vida con Julie Gayet y vacante el puesto de primera dama de Francia.
El presidente de Francia , François Hollande y su compañera, Valerie Trierweiler, en días felices para la pareja: durante la ceremonia de investidura en París, en mayo 2012. Veinte meses después, tras el affaire Gayet, la periodista DEJA EL ELÍSEO.
Según ha venido informando la prensa la prensa del país vecino, Valerie y François, que nunca estuvieron casados, alcanzaron un acuerdo de separación el pasado jueves: un pacto económico que establece que la vivienda que fue de la pareja, será para la primera dama saliente, que se trasladará a vivir en el piso del distrito 15 de París donde convivieron los dos antes de mudarse al Elíseo.
Se especula en ambientes periodísticos y políticos ante el abanico de posibilidades que se abre para el presidente, que Hollande podría continuar residiendo en el palacio presidencial, en el que difícilmente estaría bien visto por la opinión pública francesa que instalase de manera inmediata a su nueva dama, Julie Gayet, o hacerlo fuera de las dependencias oficiales reservadas a la primera autoridad de la República Francesa... Algo que se cuestionarían los más puristas defensores de mantener las tradiciones y facilitar la tarea a los servicios de seguridad del Estado.
François Hollande, dos días después de llegar a un acuerdo de separación con Valerie Treirweiler, anunció su ruptura "como ciudadano" a través de un lacónico comunicado que difundió el sábado la agencia France Presse.
Su círculo más íntimo asegura que François Hollande tiene la firme intención de no cambiar de estado civil y piensa seguir siendo presidente soltero, descartando de entrada la posibilidad de que Julie Gayet se convierta en la primera esposa de Hollande, algo que tampoco lograron Ségolène Royal, la líder socialista con la que tuvo a sus cuatro hijos, ni Valerie Trierweiler, que llegó al Elíseo como 'pareja' y no logró convertirse en esposa del presidente, pese a los imperativos protocolarios que así lo aconsejaban.
En todo caso lo que pocos ponen en duda, sea casándose o no, sea en el palacio presidencial o fuera del Elíseo, es el futuro a corto y medio plazo de la pareja Hollande-Gayet, por la que François ha hecho salir de su vida a su expareja aunque la periodista estuviese dispuesta a "perdonar" la infidelidad presidencial en el caso de que él hubiese aceptado tratar a la actriz como a una aventura ocasional y sin continuidad. François Hollande, de 59 años, y Julie Gayet, de 41, son ahora la pareja que más expectación despierta.
Julie Gayet, de 41 años, UNA DE LAS MUJERES DEL MOMENTO, está divorciada y es madre de dos hijos. La nueva novia del presidente, no ha vuelto a aparecer en público desde que se publicaron sus fotos con Hollande.
Aunque no se haya ganado muchas simpatías durante su vida pública, Treirweiler tiene una popularidad de un 8% y ha sido la primera dama menos apreciada, muchos ojos están puestos ahora en ella, pues Valerie puede convertirse en protagonista de los próximos meses de la crónica social y política en Francia , en caso de sentirse desairada o ultrajada por el curso de los acontecimientos, con lo cual François Hollande y su nuevo amor tendrán que ser extremadamente cautos para no herir sensibilidades.
Valerie Treirweiler sigue trabajando con Paris Match, donde tiene una columna cultural, y es una de las periodistas más solicitadas por distintos medios, dada la importante información de primera mano, que podría manejar como profesional.