Toñi Moreno está devastada por tener que despedirse de una de las personas más importantes de su vida, de esas que desde el anonimato le han ayudado a ser quien es y a sentirse querida y amada. Se trata de su “abuelita Esperanza”, una mujer que a pesar de no tener un parentesco familiar y no compartir la misma sangre, es considerada por la presentadora como parte de su familia, la que se elige. Un cariño que ha sabido transmitir a su hija, la cual veía a Esperanza también como una abuela más de la que recibir cariño, mimos y atenciones.
Con profundo dolor, Toñi Moreno ha querido rendir homenaje a la “abuelita Esperanza” a través de sus redes sociales, informando no solo de su dura pérdida, sino también del vacío que deja entre los suyos. Lo ha hecho destacando el precioso vínculo que se creó entre la señora y su hija Lola: “Hoy se ha ido Esperanza, madre de mi amigo @duquefede (mi familia en Sevilla). Para mi niña ha sido su “abuelita Esperanza” y era impresionante verlas juntas hasta el último momento”, destaca la presentadora, para después narrar cómo su hija se percataba de que la salud de Esperanza se estaba resintiendo y ella extremaba las precauciones para no incomodarla: “Cuando ya estaba muy malita, Lola se quedaba quieta quieta, sin que nadie le dijera nada hasta que Esperanza llegaba a ella y le estampaba un beso”.
Toñi Moreno, además de despedirse de la madre de su amigo, la cual se había convertido ya en parte de su familia en Sevilla, ha querido aprovechar su última publicación para destacar una reflexión realizada tras ver el vínculo de su hija con su “abuelita Esperanza”. Asegura que “el mejor regalo para los niños es estar con nuestros mayores”, un punto en el que la mayoría de sus seguidores han coincidido. Muchos mensajes de ánimos para ayudarle con la pérdida y solidaridad también hacia su amigo, después de que Toñi Moreno diese a conocer la noticia de su fallecimiento. “Descanse bonita y GRACIAS por todo lo que vivimos contigo”, se despedía de una mujer que supo ganarse su cariño hasta el punto de estrechar lazos familiares, sin necesidad de compartir sangre para quererla como una más.