Hace tiempo que Tania Llasera se dedica a desmitificar el papel de la madre en las redes sociales. Este lunes, la presentadora ha compartido un "mini directo" en su perfil de Instagram en el que ha abordado "la verdad de ser mamá" y las dificultades cotidianas a las que se enfrentan quienes tienen hijos. Cosas como cuando, por culpa del cansancio, uno estalla. "Yo grito, pierdo los nervios, me pongo nerviosa. Últimamente, -me da hasta vergüenza decirlo-, pero últimamente cuando pierdo los nervios les agarro así del pelo", explica, muy sincera. "No les hago daño, ¿eh? No les tiro. Los agarro del pelo y les digo: ¡Vamos a lavarnos los dientes'. Ellos saben que si no se mueven les voy a tirar. No fuerte, pero sí lo suficientemente fuerte como ara que se levante. ¡Venga, vamos! Súper mala madre! ¡Súper mala madre!", revela la comunicadora. Asimismo, resta hierro a este tipo de momentos en los que la paciencia se agota: "Nos pasa a todas. Sentiros bien".

Adriana Abenia

También te interesará

Adriana Abenia cuenta cómo se lleva con Tania Llasera tras su desencuentro público

Vídeo: Instagram

Vídeo: Instagram

Junto a hashtags como "basta de culpa" "basta de presión externa", "yo grito, tía" o "no estás sola", Tania Llasera repasa con total honestidad y libre de tapujos, cómo es la cara 'B' de la maternidad. Así, ha hablado de "las distintas pantallas que pasamos al ser madres, la presión de las redes sociales y la verdad".
"Sé que muchas mujeres me van a decir, no te quejes, no te quejes", arranca diciendo en un vídeo en el que muestra la mitad de su rostro al natural y la otra mitad bajo los efectos de los filtros, haciendo referencia a las dos maneras distintas que hay de narrar un relato: al natural o de manera 'adornada'. Una amiga suya le confesó recientemente: "Todas la mañana le grito a mis hijas y luego me siento fatal". Un detalle que le ha hecho reflexionar sobre lo duro que es ser madre a veces. "Hay mil reels de cómo hablar con ellos en positivo y nos dicen cómo tenemos que ser madres. No digo que esté mal... Hay un punto en el que te hartas de que te digan cómo ser madre", sostiene en su cuenta de Instagram.
Tania Llasera y lo más duro de tener hijos: "Grito, pierdo los nervios y les agarro del pelo"
© Gtres.

En su caso, Llasera está "en la fase de que mis niños están siempre negociando". Y tener que mediar para conseguir que sus pequeños se pongan los zapatos o de laven los dientes dice, supone un desgaste: "Estoy harta de estar siempre negociando... Hay días que tengo energía y digo a ver quién se lava los dientes más rápido, pero la mayoría de los niños no tengo energía".

"Quiero aprender a flotar, a que la culpa me la trufe", dice sobre la maternidad

"No quiero más culpa en mi maternidad. Quiero aprender a flotar, a que la culpa me la trufe", añade. "Hay un fenómeno en muchas madres como que tenemos que ser las mejores madres que podamos ser para conseguir a los niños que hemos tenido". Ella tiene claro que sus hijos están por encima de todo, pero eso no quita que de vez en cuando desee hacer planes sin ellos y 'descansar' un poco de la faceta de madre: "Por supuesto que adoro a mis hijos y les echo de menos. Pero no echo de menos repetirme, gritar, negociar constantemente". Hace poco estuvo fuera de casa con unas amigas y tras unos días sin su familia, el reencuentro fue maravilloso: "En el momento que los volví a ver fui mejor madre y mejor esposa porque pude estar sola".

Tania Llasera y lo más duro de tener hijos: "Grito, pierdo los nervios y les agarro del pelo"
Instagram

"La maternidad es 24 horas al día. Es normal que estemos hasta las mismísimas", dice. "Mi amiga 'la hierbas' me decía, tía es que yo antes no entendía que le hacía así a los niños. Ahora lo entiendo. He llegado a hablar con mi marido para usar una palabra clave para que sepa que estoy a punto de perder los nervios. Nuestra palabra es 'bananas', solo lo dije una vez pero fue como levanta el culo que estoy punto de estrangular a alguien".Tania Llasera admite con sentido del humor que en ocasiones le resulta muy cansado hacer frente a la maternidad de sus hijos: "Solo tengo dos, pero parece que tengo 60: me pueden". Consciente de que es un sentimiento común a otras muchas madres, recuerda: "Las madres estamos hartas de que nos digan que los días son lentos y que los años pasan volando. No nos añadáis presión".

"Mis hijos saben que los adoro, pero saben que mamá necesita a veces que la dejen en paz", confiesa Tania Llasera

"No siempre se puede ser la mejor versión de la maternidad. Es importante, ante todo, estar. Yo estoy para mis hijos y mis hijos lo saben. Mis hijos lo saben, que los adoro, pero saben que mamá necesita a veces que la dejen en paz, un momento de respirar, de llorar, de tomarse un café con las amigas y no sentirse un bicho raro. Y nos pasa a todas", sostiene."Las redes sociales son un escaparate y enseñamos lo más bonito que tenemos... pero eso no es lo que pasa las 24 horas al día siete días a la semana. Más bien todo lo contrario", continúa. "Todas gritamos, todas nos repetimos, todas nos hartamos. No sé por qué no se habla más de las etapas de la maternidad. Nosotras también pasamos por fases y no somos perfectas"."La maternidad es preciosa pero es muy dura y es muy larga. Como decía mi madre: vas a ser madre hasta el día que te mueras vas a ser madre ya. Puedes pasar como un luto de lo que fuiste, porque ya no serás la persona que eras", expone. Es algo que Llasera ha hablado mucho con sus amigas: "Al final llegamos a la conclusión: ¿Los niños respiran? Sí. Pues lo estas haciendo bien. De verdad, no nos fustiguemos, porque es muy cansado y no nos lleva a ningún lado".Para la presentadora y escritora, hay días que estás "descansada", que "los astros sea linean y Mercurio no está retrógrado" y "estás súper bien" y "tienes paciencia" y "haces manualidades" y "no gritas", pero "la mayoría de los días estamos cansadas y estamos hartas de que nos digan cómo tenemos que ser madres, desde la señora en el parque que te da consejo sin pedirlo, la suegra, tu hermana o tus amigas". Por este motivo anima a quienes, como ella, tienen a su cargo a hijos, a aligerar la carga compartiendo sus vivencias y sin dar excesivo valor a los instantes en los que madres y/o padres muestran su peor versión: "Vamos a compartir, que la mierda compartida es menos mierda. Todas, en mayor o menor medida, pasamos por eso".