Sonia Ferrer nos abre las puertas de su casa y de su corazón

Confiesa que está en uno de los mejores momentos de su vida y es que a Sonia Ferrer (43) la vida no solo le sonríe en lo profesional sino también en lo personal. La presentadora abre las puertas de su casa para SEMANA y nos cuenta lo feliz que se encuentra con su nueva pareja, sus ambiciones laborales… Una entrevista en la que mostramos la verdadera cara de una de las presentadoras más queridas de la televisión.

Vives bastante apartada de la capital.

Siempre tuve claro que mi sitio no es la ciudad, mi sitio es el campo y los animales. Recuerdo cuando me compré esta casa con 25 años; la primera vez que los conductores de TVE me tuvieron que recoger aquí fliparon de la zona que había elegido, pero a mí me parecía que era el mejor sitio donde podía vivir.

Parece increíble que con solo 25 años ya tuvieras tu propia casa.

Yo nunca he tenido un Louis Vuitton, ni he necesitado etiquetas para tener la sensación de que pertenezco a una élite, ni ninguna de esas chorradas. No trabajo en televisión porque buscase eso. Llegó de forma muy casual. y aunque lo adoro porque me encanta mi trabajo y tampoco sabría hacer otra cosa, nunca se me ha ido la cabeza. Y tampoco había motivos. Siempre he tenido muy claro lo que quería, y lo que quería era campo y animales.

Parece que siempre has mostrado una gran madurez.

Con 12 años me fui a un internado, a otro país, lejos de mi familia y desde los 15 años vivo sola, así que digamos que con 25 estaba más que capacitada para tomar decisiones.

En las distancias cortas eres distinta a la imagen que das.

A mí lo que me apasiona es estar con mi hija y con los niños en general. Me encantan. Soy muy manitas, si me das a elegir entre irme a comprar ropa o descubrir nuevas ferreterías, prefiero lo segundo. Sólo te digo que en el confinamiento lo primero que hice fue comprar una lijadora por Amazon.

¿Dónde estás ahora?

En uno de los mejores momentos de mi vida. Me quiero mucho y estoy muy feliz con mis cuarenta. Es difícil que en la vida todo coincida y sea perfecto. No te diría que me quedaría como estoy, porque profesionalmente todavía me quedan muchas cosas por hacer, pero no puedo decir que sea un momento malo, porque estoy trabajando mucho, pero podría también estar haciendo otras cosas.

¿Y dónde te podemos ver?

Ahora estoy en Telemadrid, trabajando en el programa Buenos Días, Madrid y por las tardes colaboro en Está Pasando y a la espera de nuevos proyectos que me ilusione. Sigo teniendo muchas ganas de hacer cosas. Estoy encantada de estar en esta cadena; llevo tres años en esta casa y treinta de carrera en general

¿Hay algún programa de los que hayas presentado que sea más especial?

Bueno, Gente, en TVE, fue algo que no puedo comparar a ningún otro, porque crecí mucho, tanto personal como profesionalmente. Me dio la oportunidad de compaginarlo con series, galas, con otros programas… Fue un momento muy dulce y largo: ¡ocho años de éxito brutal de audiencia! Cuando en la vida parecía que todo era tan fácil…

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¿No te pica el gusanillo de volver a trabajar como actriz?

De hecho, yo empecé en televisión con una serie grabada en Barcelona. ¿Que si me gustaría? Pues me encantaría. Lo disfruté muchísimo, pero era también muy duro y ahora soy madre y me planteo las cosas de una forma totalmente distinta. El tiempo pasa muy rápido y es muy breve, y yo quiero estar con mi hija. Y el teatro es bastante incompatible con la maternidad. Una de las mejores cosas que tengo en mi vida es Laura.

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¿Qué significa tu hija?

No te diría que lo es todo, pero sin duda es lo más importante. En el momento en el que eres madre la felicidad ya no está en tus manos, sino que pasa a depender del bienestar de esa personita y de repente te das cuenta de que no puedes controlar todo de la vida. Es una niña sana, muy buena y que no me da disgustos. Me siento afortunada.

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¿Y no te hubiera gustado darle un hermanito?

Me habría encantado, pero es una etapa ya cerrada. Soy hija única y desde pequeñita siempre dije que jamás tendría un solo hijo, pero luego la vida también te lleva por donde te lleva. Podría tenerlo sola, pero nunca me lo he planteado. Con el padre de Laura no fue tarea fácil conseguir quedarme embarazada, tuve a Laura y no dio tiempo a pensar en tener otro, porque el matrimonio se terminó. Me separé cuando Laura tenía dos añitos y medio. Pero nunca digo de este agua no beberé. Quién sabe, a lo mejor dentro de un año…

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Se dice que la sonrisa es el reflejo del alma y tú estás radiante. ¿Tiene que ver algo con eso tu novio, Sergio?

Sin duda. De verdad. Seguro que tienen mucho que ver, además de una sonrisa más relajada, feliz. Estoy muy ilusionada. Por primera vez creo que puedo decir que tengo una relación sana, feliz, tranquila y al mismo tiempo pasional, loca y maravillosa.

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¿Cómo os conocisteis?

Pues de una manera absolutamente casual. Yo había quedado con un amigo en Madrid para tomar algo y me presentó a Sergio. Nos caíamos muy bien enseguida, la verdad. Luego cruzamos cuatro mensajes, quedamos… Y así fue.

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¿Como vive tu profesión?

No lo lleva ni bien ni mal. Quiero decir que no le supone un problema. Hombre, la primera vez que nos hicieron una foto ya le avisé, que esto podría pasar.

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¿Hablamos de la famosa foto en que os besáis?

Esa no fue la primera vez, pero justo ese día yo estaba ahí con una amiga comiendo y el estaba de paso con la furgoneta. Le dije que parara y le presentaba a mi amiga, pero en la misma calle había un evento con prensa y nos vieron.

Luis Miguel González

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¿Es pronto para hablar de boda o de irse a vivir juntos?

Es pronto para muchas cosas. No sé lo que pasará y voy con mucho cuidado. Yo soy tremendamente feliz y nunca he vivido una relación así. Estoy súper enamorada.

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