Su fracasado matrimonio con Álvaro Muñoz Escassi no le ha quitado a Raquel Bernal las ganas de disfrutar de España. Aprovechando la Semana Santa, la empresaria venezolana se ha dejado ver en las calles de Málaga, una de sus ciudades favoritas y donde acude siempre que puede. Ella mejor que nadie sabe sacarle lo mejor a la provincia, en verano aprovecha para bañarse en las playas de Marbella y en Pascua disfruta de las procesiones que recorren sus calles.Si el año pasado Raquel veía los pasos junto a su todavía marido, en esta ocasión lo ha hecho con dos de sus mejores amigos, aquellos con las que también compartió balcón en 2017: Antonio Banderas y su novia, Nicole Kimpel. La pareja ha vuelto a disfrutar de su pasión mutua con la empresaria, con quien vieron la procesión y acudieron a la fiesta de la Fundación Lágrimas y Favores que se celebró el pasado sábado 24.De hecho, esta Virgen, la de Lágrimas y Favores, es otro de los puntos que unen a Antonio y Raquel. Mucho antes de trabar una amistad, Bernal ya se guardaba unos días de sus vacaciones para disfrutar de la Semana Santa y dedicárselos a su Virgen. Mientras que el protagonista de ‘La piel que habito’ es mayordomo y hermano mayor es esta cofradía, la venezolana hace las veces de camarera. Un título que reciben aquellos que ayudan a la hermandad, como es el caso de Raquel, que siempre está pendiente de que haya flores frescas en la Iglesia y ha hecho una donación para restaurar la cúpula de la iglesia.Todo un privilegio que este año ha compaginado con otro, imponer la corona de espinas al Cristo de la Buena Muerte. Un acto en el que, según cuenta Vanitatis, Raquel estaba muy emocionada y agradecida, pues es uno de los más especiales de estos días.Sin duda, una buena experiencia que hace que su malograda relación con Álvaro Muñoz Escassi permanezca en un segundo plano y es que, a pesar de eso, Raquel Bernal sigue siendo una enamorada de España. Un país que no solo le ha enamorado a ella, sino también a su hija, que ha estudiado en la capital y a su madre, Paloma, que pasa largas temporadas en Madrid.

Enamorada de España

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Su fracasado matrimonio con Álvaro Muñoz Escassi no le ha quitado a Raquel Bernal las ganas de disfrutar de España.

Grandes amigos

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Si el año pasado Raquel veía los pasos junto a su todavía marido, en esta ocasión lo ha hecho con dos de sus mejores amigos, aquellos con las que también compartió balcón en 2017: Antonio Banderas y su novia, Nicole Kimpel.

Domingo de Ramos

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La pareja ha vuelto a disfrutar de su pasión mutua con la empresaria, con quien vieron la procesión y acudieron a la fiesta de la Fundación Lágrimas y Favores que se celebró el pasado sábado 24.

Privilegiada

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Todo un privilegio que este año ha compaginado con otro, imponer la corona de espinas al Cristo de la Buena Muerte. Un acto en el que, según los presentes, Raquel estaba muy emocionada y agradecida, pues es uno de los más especiales de estos días.

Junto con Antonio

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Mientras que el protagonista de ‘La piel que habito’ es mayordomo y hermano mayor es esta cofradía, la venezolana hace las veces de camarera. Un título que reciben aquellos que ayudan a la hermandad, como es el caso de Raquel, que siempre está pendiente de que haya flores frescas en la Iglesia y ha hecho una donación para restaurar la cúpula de la iglesia.

Malagueña de adopción

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Ella mejor que nadie sabe sacarle lo mejor a la provincia, en verano aprovecha para bañarse en las playas de Marbella y en Pascua disfruta de las procesiones que recorren sus calles.